Sociedad

EEUU se prepara ante el avance de una inmensa marea negra

  • El petróleo, procedente de una plataforma de BP del Golfo de México, está cerca de Luisiana, Florida, Alabama y Mississippi. México también está en alerta.

El Gobierno de Estados Unidos se está preparando para evitar el desastre medioambiental que podría ocasionarse por la llegada de una inmensa mancha de crudo vertida al mar por la explosión de un pozo petrolero situado en el golfo de México, un vertido que se aproxima peligrosamente a la desembocadura del río Mississippi y que amenaza a la delicada costa de Luisiana y de otros tres estados del país. 

En Mobile, Alabama, el capitán de los Guardacostas Steve Poulin, ha informado de que las autoridades están preparándose para "el impacto en la costa", añadiendo que es imposible predecir exactamente dónde se producirá la llegada del vertido. Al menos 500.000 diques de contención hinchables han sido distribuidos a lo largo de la costa de Mississippi, Alaba y Panhandle (Florida), indicó Poulin. 

El gobernador de Lusiana, Bobby Jindal, cuyo estado aún se recupera de los estragos causados por el huracán Katrina en 2005, alertó de que la mancha negra "amenaza los recursos naturales del estado" y añadió que en las próximas horas podría alcanzar la reserva natural de Pass-a-Loutre, conformada por un laberinto de canales fluviales, pantanos y bancos de arena, y situada en la desembocadura del delta del Mississippi. 

Además, Jindal ha declarado el estado de emergencia en el estado y ha solicitado fondos al Departamento de Defensa para desplegar a un total de 6.000 militares para que colaboren en las tareas de limpieza en la costa. 

La enorme mancha se produjo la semana pasada, tras el hundimiento el pasado día 22 de una torre de extracción de petróleo propiedad de la petrolera británica BP y que estaba siendo gestionada por Deepwater Horizon. El pozo sigue teniendo una fuga que emite el equivalente a 5.000 barriles de crudo diarios, una cantidad cinco veces superior a lo estimado inicialmente, lo que ha aumentado el temor a graves daños sobre la fauna pesquera, los refugios de las especies animales y las playas de Luisiana, Mississippi, Alabama y Florida.  

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que su Gobierno destinará "todos los recursos disponibles" -entre ellos el Ejército- para contener la fuga procedente del pozo, pero ha señalado a BP como la responsable "en última instancia" de los costes de la limpieza del vertido. 

La Armada norteamericana está proporcionando lanchas inflables y sistemas de limpieza a los Guardacostas. Decenas de barcos y aparatos aéreos están siendo utilizados para acometer la mayor operación de limpieza de un vertido contaminante, pero BP ha reconocido que se están registrando serios problemas para controlar la fuga procedente del pozo, situado a 1.525 metros de profundidad bajo el nivel del mar.

Después de que los robots submarinos fracasasen en su intento de activar una válvula para detener la fuga, BP y los Guardacostas decidieron provocar el miércoles un "incendio controlado" para prevenir que la mancha siguiese aumentando de tamaño.

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