El llamado covid persistente en niños y jóvenes ya cuenta con su primera definición formal tras el acuerdo llegado por un grupo formado por 120 expertos internacionales y la cual será publicada en la revista Archives of Disease in Childhood. 

La Organización Mundial de la Salud, OMS, ya lo definió como el covid de larga duración en la población adulta y la nueva definición viene a completarla, de forma que no se generalice la enfermedad y pueda ayudar a las líneas de investigación.

El motivo de esta definición formal viene dado por el gran número de acepciones que existen en la actualidad y las grandes variaciones de la covid persistente en la población más joven. De esta forma, se consigue comparar de forma eficaz los estudios para que los investigadores puedan tener una imagen más veraz de la afección.

¿Qué es el covid persistente en niños y jóvenes?

De esta forma, el grupo de 120 expertos se ha encontrado conformado por especialistas de diversos campos: 50 pertenecientes a la investigación, 47 a la prestación de servicios y 23 relativos a la experiencia vivida. Para el consenso se realizaron exámenes de hasta 49 definiciones, puntuadas todas ellas del 1 al 9. El proceso tuvo lugar en tres fases llegando a la final 5 de ellas. En este punto, las afirmaciones pasaron a revisión por parte de un grupo de jóvenes de edades comprendidas entre los 11 y los 17 años para llegar a la definición final.

Uno de los puntos claves para ser considerado como covid persistente es que los síntomas continúen mínimo 12 semanas después de la primera prueba de detección del coronavirus. Para ello no se tienen en cuenta el aumento o disminución de estos síntomas, tal y como confirman desde el grupo de expertos: "La afección posterior a COVID-19 se produce en jóvenes con antecedentes de infección confirmada por sars-CoV-2, con al menos un síntoma físico persistente durante una duración mínima de 12 semanas después de la prueba inicial que no puede explicarse por un diagnóstico alternativo.

Los síntomas tienen un impacto en el funcionamiento diario, pueden continuar o desarrollarse después de la infección por COVID-19, y pueden fluctuar o recaer con el tiempo".

De esta forma, es vital la importancia de diferenciar entre caso clínico y esta nueva definición: "Es comprensible que los grupos de pacientes que representan a las personas con COVID largo estén preocupados por una definición que podría restringir el acceso a los servicios que se necesitan. En nuestra opinión, la decisión de si un niño o joven puede ver a un profesional sanitario, acceder a cualquier apoyo necesario o ser derivado, investigado o tratado por COVID larga debe ser una decisión compartida en la que participen el joven, sus cuidadores y los médicos".