Los que le gusta ver en la televisión al papa León XIV por su vínculo con EEUU

El papa León XIV se dirige a los fieles.
El papa León XIV se dirige a los fieles. / efe
Medina Benítez

11 de mayo 2025 - 21:06

Nacido el 14 de septiembre de 1955 en la urbe de Chicago, Illinois, Robert Francis Prevost, el papa León XIV, creció en un entorno donde el deporte es una religión añadida. Chicago es una ciudad entusiasta del béisbol, el baloncesto y el fútbol americano.

Hijo de Louis Marius Prevost, de ascendencia francesa e italiana, y Mildred Martínez, de raíces españolas, Bob, Roberto como le llaman todos lo que le conocieron todos en su labor misionera en Perú, heredó la fe católica profunda de su familia y un gusto por las cosas sencillas. Como deporte, más que las disciplinas de equipo, su devoción se encamina al tenis. Se ha comentado que es un seguidor del joven Carlos Alcaraz. Y aunque creció en una gran ciudad donde el fútbol americano tiene centenares de miles de fans militantes, en Perú congenió con muchos devotos del fútbol, del soccer como le llaman en Estados Unidos.

El que sería obispo de Chiclayo estuvo siempre cerca de los feligreses de las humildes parroquias de esa comarca peruana. No tenía tiempo para el ocio televisivo, medio para el que algunas celebraciones se retransmitieron por canales comarcales y nacionales. En TV Perú la misa dominical se ofrece a las 6.15 de la mañana, hora en la que muchos peruanos están ya despiertos cada día. La, misa, por cierto, siempre debe ser emitida en directo, como sacramento, aspecto que aparece en la serie de Movistar Plus +, La Canción.

En Perú hay un canal católico con contenidos de charlas, predicaciones y ceremonias, NSE TV, de la congregación Lumen Dei, del Opus Dei, alejada de los planteamientos pastorales de Prevost. En el país andino cuando llega la Semana Santa hay una cobertura de las procesiones de las principales ciudades, que nos recuerda a la intensidad de nuestras cadenas locales, además de unas parrillas centradas en películas sobre Cristo y temás bíblicos y documentales, muchos de ellos de procedencia estadounidense.

De aquel joven criado en Chicago no se sabe mucho sobre su vida privada, pero en una familia de clase media, de profundas creencias, la programación de abundantes canales surtía de series y comedias familiares que les pudieron interesar. Las historias de Lucille Ball pudieron ser uno de los referentes del entretenimiento de la familia Prevost. Y en el impulso de los dibujos animados por episodios cortos en la televisión, el actual Papa tiene edad de haber visto de pequeño a Don Gato, El oso Yogui y Los Picapiedra, clásicos de Hanna-Barbera. Sus series de niño, con el gusto por el western, fueron La ley del revólver y, sobre todo, un clásico como Bonanza.

Si el futuro Papa buscó la evasión en la pantalla de casa o del seminario probablemente pudieron ser retransmisiones de tenis y de baloncesto. Cuando el joven agustino se preparaba en su labor pastoral había una edad de oro de las raquetas estadounidenses como Stan Smith, Arthur Ashe, Dennis Ralston y, especialmente, Jimmy Connors. Los duelos en la Davis entre Estados Unidos y Australia con toda seguridad centraron la atención del joven seminarista. En el tenis femenino hay una figura indiscutible: Billie Jean King. Los Juegos Olímpicos, que son veneración en EEUU por sus abundantes cosechas de medallas, eran motivo de reunión de familias y amigos. El momento más inolvidable: el alunizaje del Apolo XI en julio de 69, tenía 15 años el futuro Papa.

Durante toda su labor en Perú los informativos han sido un formato de interés para el religioso agustino en algún momento de pausa, conectado con su país natal a través de la CNN, en las plataformas por satélite.

“Me considero un tenista aficionado. También me gusta leer, dar largos paseos, viajar, conocer sitios nuevos y disfrutar del campo", resumía Prevost en una entrevista para una publicación agustina recientemente sobre su tiempo ocio. En Perú halló su afición también como espectador del fútbol y del voleibol, las dos disciplinas favoritas en este pais.

Echa de menos dedicar tiempo a jugar al tenis y aunque hay un pista de tenis en los jardines vaticanos, no va a disponer en principio de muchas horas para su deporte favorito que comenzó a practicar siendo niño en Chicago. Ahora que comienza el calendario de dos grandes torneos como Roland Garros y Wimbledon seguramente en algún paréntesis Prevost estará atento a algún duelo de interés, presumiblemente además, si Alcaraz llega lejos. Desde medios peruanos se asegura que es un seguidor en el fútbol de Alianza Lima aunque no hay confirmación de cuáles son los colores de este Papa frente a su antecesor, Francisco, que era un fiel seguidor del San Lorenzo de Almagro.

stats