En El Loot de Txeron nos encanta analizar juegos que tengan como seña de identidad el looteo, el ansia por conseguir oro, equipamiento y subir de nivel. En ese selecto club tenemos el honor de incluir a un veterano que llega a las consolas de nueva generación con su particular idiosincrasia intacta. Hablamos de Torchlight 2, la gran obra de Runic Games para PC, la que le catapultó a la fama, y que ahora llega a Switch, PS4 y Xbox One con un acabado impecable y con las mismas señas de identidad que hicieron única esta producción de la ya desaparecida desarrolladora.

Los chicos de Panic Button han sido los responsables de realizar el port de este título para permitir a los millones de jugadores de la nueva generación de consolas disfrutar de este clon de Diablo que, en muchos aspectos, supo en su momento superar al maestro de los ARPG, la mítica saga de Blizzard.

Tras siete años desde su publicación en PC, toca volver a combatir al Alquimista, un poderoso ser que ha preferido dejarse llevar por el lado oscuro y está causando el caos allá por donde se mueve. Nuestra misión será, por tanto, darle caza y acabar con su imperio de muerte y destrucción.

Con esta premisa, nos zambullimos de lleno en un mundo en el que también encontraremos otras encomiendas de personajes que necesitan nuestra ayuda y que en cierto modo arropan el desangelado hilo conductor de esta producción que, siendo sinceros, pasa a un segundo plano cuando se conecta con la magia única de los juegos de Blizzard (muchos de los creadores de Torchlight 2 trabajaron en la primera entrega de Diablo) que no es otra que mezclar con precisión quirúrgica esas dosis de acción y looteo que terminan devorando las horas del día sin darnos cuenta.

Las ciudades nos permiten recuperar fuerzas y vender todo el loot sobrante.

El título también es muy rico en localizaciones (con tres grandes mundos bien diferenciados) por lo que podremos descubrir todo tipo de ubicaciones tanto nevadas, boscosas, desérticas y, como no, debajo de tierra con criptas y mazmorras dignas del gran referente del género como fue el primer Diablo.

Los personajes, pese a no gozar de un gran acabado, son convincentes y la variedad de enemigos con diferentes modelados, tamaños y colores, nos evitará caer en la temida sensación de que hay demasiado clon suelto.

También es destacable el gran número de armas y armaduras, con los típicos set con bonificaciones lo que hace de la experiencia del looteo todo un acicate para animarnos a no parar de jugar y conseguir ese objeto único o esa pieza de set que nos falta para completarlo y conseguir el bonus definitivo.

Los combates son muy adictivos.

Las mecánicas de combate con tantas habilidades tan dispares y a la vez tan contundentes, nos obligan a probarlas para sentirnos cómodos e ir perfilando así en qué queremos convertir a nuestro héroe. Nada más comenzar la aventura tenemos la posibilidad de elegir entre cuatro clases bien diferenciadas: el Berserker, el Mago, el Forastero y el Ingeniero. El primero es el típico héroe especializado en las armas de corta distancia y el cuerpo a cuerpo. El segundo utiliza los hechizos y la magia para derrotar a sus enemigos. El tercero es un héroe especializado en el uso de armas de largo alcance y la esquiva y el cuarto, quizás el más original de todo el elenco, un experto en el uso de la tecnología y la maquinaria.

Un cóctel de variedad y jugabilidad en las mecánicas y en el progreso que te ofrecerán horas y horas de diversión y, como no, de looteo en un mundo lleno de secretos y miles de enemigos con los que bregar. Torchlight 2 es una apuesta ganadora por un precio muy reducido mientras los amantes de este género seguimos a la espera del anuncio de Diablo IV por parte de Blizzard. Que no pare el looteo.