Carpaccio o steak tartar: estos son los peligros de la carne cruda y mal cocinada, según la OCU
Consumo
El consumo de carnes en verano crece por la proliferación de barbacoas y platos fríos
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Uno de los planes más veraniegos y celebrados del verano es una barbacoa. Toda una fiesta de la carne, aunque algunos innoven con algo de pescado, en la que se recurre al cerdo, a la ternera y al pollo. Otra variante está en los platos fríos de carne, algo más ligeros para los estómagos en días de calor sofocante.
La OCU, conocedora de los hábitos mayoritarios a nivel nacional, avisa de algunos peligros de consumir carne sin cocinar o mal hecha. Con la subida de los termómetros es más habitual que proliferen las bacterias en cualquier carne animal. Algunas de ellas tienen nombres: Escherichia, Salmonella, Campylobacter, entre otras. Muchas de ellas pueden causar fiebre, vómito, diarrea, malestar físico. En algunas casos, otras dolencias mucho más graves. Por lo que conviene extremar la precaución para que la esperada noche entre familiares y amigos no acabe en susto.
Los consejos que desde este organismo de consumidores se dan para el consumo de carne en el verano apuntan al pollo. Bajo ningún concepto, este ave debe comerse si la carne no está muy hecha. Un indicativo de que se ha cocinado bien es si el hueso se separa bien.
Ojo también a la carne picada, que se usa para muchos platos. Este formato tan recurrente para la pasta o rellenar verduras, entre otras cosas, tiene que estar bien cocinado. Es importante que tanto antes como después de pasar por el fuego, no se deje demasiado tiempo expuesta la carne a temperatura ambiente.
Por otro lado, se recomienda que la carne congelada se eche en la sartén o en la parrilla solo cuando se haya descongelado por completo. El principal riesgo que existe es que se sirva el filete o la hamburguesa con zonas todavía crudas. Por eso es mejor que se cocine de manera uniforme.
Otro gran peligro es la contaminación cruzada. Más de una vez se pretende usar el mismo plato para la carne cruda y la cocinada. Obviamente, esta práctica no es nada aconsejable y es un factor de riesgo de intoxicación. Especial atención también a los líquidos con los que se haga el marinado de la carne cruda. Bajo ningún concepto estos pueden ser consumidos después de este uso.
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