Álex Colorado disputó el domingo ante el Salerm Puente Genil (2-0) su último partido como jugador del Xerez CD como local esta temporada y el destino quiso que fuese en Chapín, su casa, un escenario que le vio crecer como futbolista cuando comenzó a dar sus primeros pasos en la primera plantilla y que le abrió las puertas para convertirse en profesional. El capitán azulino ha decidido marcharse al final de temporada y lo hizo a lo grande. Realizó un buen partido, anotó un gol y fue despedido con muestras de cariño por el club, los técnicos, sus compañeros y los aficionados. Arropado por sus familiares no pudo contener las lágrimas.

El centrocampista xerecista, a punto de cumplir 38 años, destacó tras el choque que "creo que ha sido la despedida soñada por cualquier jugador. Decir adiós en tu casa, ante los tuyos, ganando y con un gol... No puedo pedir más, me siento superfeliz por ver a la grada así y por haber conseguido el primer objetivo".

No se esperaba el homenaje y se mostró "tan ilusionado como emocionado al ver imágenes de mi carrera como xerecista. Empecé con cinco años y me marché con 18 a Madrid. Luego volví y es llevo casi toda una vida vistiendo este escudo. Verme ahí, con al lado de mi familia y con tanta gente en la grada, ha sido especial. Además, el partido se ha jugado en Chapín. De pequeño, venía con mi padre aquí como un aficionado más. Insisto, se ha dado todo lo soñado por mí".

Anotó el tanto que abría el marcador y le ha dado "un plus. Es algo que había perdido desde la lesión y lo necesitaba. Había perdido también un poco de motivación y me viene fenomenal para afrontar el 'play-off' a tope, seguir ayudando en todo lo que pueda y ojalá pueda retirarme a lo grande, que es consiguiendo el ascenso".

Colorado, rodeado por sus compañeros, emocionado con el vídeo que le preparó el club.

"Ahora mismo lo tengo bastante claro, no me planteo seguir"

Su entrenador le animó a seguir y él, en estos momentos, lo tiene "bastante claro, no me planteo seguir. Lo que quiero ya es que llegue el primer encuentro, ir pasando rondas y el ascenso. Luego, ya veríamos. De todos modos, ahora mismo lo veo crudo".

Los motivos que le han llevado a tomar la decisión de decir adiós son "muchos. La edad, el trabajo, perder la ilusión en parte, no es igual cómo afrontas las situaciones con 18 años que con 37... Y, también, el dolor. Llevo dos años jugando con el menisco roto y hay pocos días que entrene o juegue un partido y que termine sin dolor. Todo influye. Aún así, estoy aquí para conseguir un objetivo y ojalá me pueda ir con el sueño cumplido".

Sobre la respuesta de la afición, recordó: "La gente lleva volcada con el equipo toda la temporada. En diciembre, cuando tuvimos un poco de jaleo, había gente que no apostaba ni un euro por nosotros, pero el equipo ha respondido y el míster ha sacado lo mejor de cada uno y se ha creado una piña en el vestuario que es lo que nos ha permitido lograr la tercera plaza".

Y esa tercera plaza les conduce a medirse en la primera semifinal del 'play-off' al Ciudad de Lucena. Primero, quiere "descansar y disfrutar del momento" y luego, pensar en un rival al que conocemos muy bien y ellos nos conocen bien a nosotros. Llevamos mucho tiempo jugando en la misma categoría y tenemos una ventaja, nos vale el empate al final del todo, aunque no podemos salir relajados ni mucho menos. En la primera vuelta, perdimos allí, pero creo que aquí ya fuimos superiores. El equipo está ahora en una dinámica muy buena y, como he dicho antes, hay un grupo en el vestuario que es espectacular y ojalá lo podamos seguir demostrando en esta fase de ascenso".