Xerez CD

Carlos Ríos, en sus horas más bajas

  • Asume que el descenso es "cuestión de tiempo, no nos podemos engañar" Lamenta la imagen que se proyecta del club y pide "dignidad y profesionalidad para terminar"

Carlos Ríos, entrenador del Xerez, vive sus horas más bajas al frente del Deportivo. No ha perdido ni la ilusión ni las ganas de trabajar pero por primera vez asume que el descenso sólo es cuestión de tiempo y eso, unido a los problemas institucionales, está 'matando' a sus futbolistas, jugadores que por otro lado tampoco han sido capaces de revertir una situación que comenzó a fraguarse en el mes de noviembre con el último triunfo.

A pesar de todo, la idea del técnico de cara al choque ante el Alcorcón es la de "intentar hacer un buen partido, a ver si somos capaces de ganar de una vez por todas. Yo estoy convencido de eso siempre, lo que sucede es que como pasan las jornadas y no lo consigues, soy más prudente".

No es el Ríos pletórico que se hizo cargo del equipo hace dos meses por razones obvias: "La situación no me llega a quitar el sueño porque estoy acostumbrado y no es la primera vez que me pasa, pero es evidente que estoy preocupado porque los resultados no llegan. Hay que tener un respeto a la gente, la situación es la que es, es dificilísima, nadie se lo cree y no vamos a vender aquí la moto".

También desvela que la plantilla cada vez está más tocada por la situación institucional y que él lo lleva "de la mejor forma posible, intento acumular experiencias y aprender de las situaciones por si más adelante en mi carrera se me presentan experiencias similares. Hay que llevarlo con entereza, sin perder el ánimo y con una gran fortaleza mental y yo de eso tengo un montón".

Los futbolistas han denunciado que nadie da la cara. Él se muestra más cauto pero entiende a su plantel. "Algunas veces se han reunido con los jugadores en el club, igual ahora no hablan con ellos porque tampoco tienen explicaciones para darles. La verdad es que yo de temas institucionales no quiero hablar mucho y no es una forma de escurrir el bulto. No es labor mía, aunque me preocupa porque repercute en mis jugadores. Con lo deportivo, tengo bastante. Yo sigo pasando a diario por la secretaría y suelo hablar con Mateos, Ballesteros y Miguel Ángel. Me gusta estar informado de lo que ocurre pero sin entrar en temas que no corresponden a mi parcela".

Su discurso sobre ese tema ha cambiado porque "hace unas semanas no se hablaba tanto de ese tema en el vestuario, pero ahora sí. Los jugadores ya están más preocupados y a eso contribuye nuestra situación en la tabla. Aún así, la gente sigue entrenando fenomenal y tiene la motivación de ganar. Espero que el equipo esté a un buen nivel, aunque, como he comentado antes, últimamente están más pendientes de esas cuestiones, cuestiones que les pueden descentrar. Yo lo que les pido es que sean profesionales".

La plantilla se queja de la falta de noticias. En ese sentido, Ríos no se siente "solo como ellos. Hablo bastante con todo el mundo y tengo el apoyo constante de Miguel Ángel. No tengo quejas por parte de los jugadores y mi cuerpo técnico es de matrícula de honor".

Durante la semana, Mendoza y Bouzón han denunciado que han tenido que hacer una 'vaquita' para material médico. Bajo su punto de vista, "ese tipo de temas son tan complicados que se deberían de cuidar. No debería de faltar nada para que este tipo de comentarios no saliesen al exterior porque todo eso hace mucho daño a la entidad. Son detalles mínimos que tienen su importancia y que dañan mucho la imagen del Xerez. Que un club tenga retraso en los pagos es normal pero no lo es que falte un balón, por eso hablo de los detalles. La imagen está muy deteriorada y habría que intentar que el daño se quedase ahí. Es como si el escudo fuese una persona física y todo el que se acerca a él fuese para pegarle una puñalada. Llega el día en el que se cansa, que todos los días salgan cosas negativas hace mucho daño. Todo el mundo debería cuidar estos detalles, yo el primero. Todo lo que sale es negativo y no culpo para nada a la prensa, que se limita a informar".

Trabajar a diario en una sociedad al borde del abismo le resulta "duro y complicado, eso es evidente, pero hay que ser profesional. Intentas mentalizarte, ser fuerte y buscar el lado positivo a las cosas. Pruebas tu fortaleza y no hay mal que por bien no venga. No creo que me pueda pasar nada peor en otro club. Yo llevo poco tiempo en la entidad pero a mí me da pena lo que está pasando. Hablo con mucha gente de fuera y nuestra imagen es regular".

No cree que los jugadores estén mostrando ahora su malestar buscando excusas porque "los resultados son los que son, pésimos" y destaca que "cuando la situación es tan complicada llega un momento en el que explotas. Si estuviésemos más cerca de la salvación, las últimas declaraciones no se hubiesen hecho, no ayudan".

La salvación se ha convertido en algo utópico y el descenso es cuestión de tiempo. "En cierto modo es así, para qué nos vamos a engañar, es la realidad, no puedo decir otra cosa, pero hay que caer de la forma más profesional posible, compitiendo al máximo y con dignidad. Hay que seguir entrenando como si fuésemos los primeros. El jugador que no se encuentre bien, que me lo diga y que no entrene y no juega, que no pasa nada".

En cuanto al Alcorcón, sabe que "es un buen equipo y lo viene demostrando desde hace varias temporadas. Está cerca del ascenso directo y en su campo es fuerte. Ante el Elche, casi llenaron el estadio y en nuestro partido lo quieren conseguir. Tienen muy buenos jugadores y colectivamente son muy fuertes. Bordalás hizo un trabajo parecido en el Elche, sus equipos son equilibrados, con los conceptos muy claros y es un enemigo duro, pero nos debe servir de motivación enfrentarnos a un equipo con tan buenos números y en un campo con tanto público".

Por último, no se pronunció sobre su renovación. "Si llega el caso, lo vería. Me hacía ilusión entrenar al Xerez y no la he perdido porque estar aquí es ilusionante en cualquier categoría, pero las cosas tendrían que estar de otra manera. En Segunda B, hay que tener claro que con la etiqueta Xerez no subes sin bajarte del autobús, los ascensos se logran en el terreno de juego. La entidad está perdiendo días preciosos para intentar construir un proyecto".

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