Rafael Mateos, presidente del Xerez, lo tiene claro y dice basta. El mandatario azulino está cansado de luchar contra los elementos y se siente engañado por un Joaquín Morales que no ha querido venderle sus acciones por un euro en las condiciones inicialmente pactadas por ambas partes para que pudiera hacerse cargo de ellas la Fundación. Su dimisión ahora sí que sí no tiene marcha atrás.

El empresario jerezano ha comenzado a dar todos los pasos legales para evitar problemas y responsabilidad solidaria en un futuro y en la próxima reunión del consejo de administración, que podría retrasarse al martes porque hay consejeros con asuntos pendientes que le impiden asistir a la cita, pondrá las cartas sobre la mesa.

Mateos instará al consejo a adoptar los acuerdos necesarios para dar cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 142 de la vigente ley concursal en caso de no adoptarse por parte de Joaquín Morales medida alguna dirigida a resolver la situación económica actual de la entidad.

El artículo 142 hace referencia a la apertura de la fase de liquidación de una sociedad a solicitud del deudor o del acreedor, que en este caso es el deudor (Mateos). El presidente xerecista se basaría en el tercer supuesto de este artículo para llevar a cabo su petición al consejo: "El deudor deberá pedir la liquidación cuando, durante la vigencia del convenio, conozca la imposibilidad de cumplir con los pagos comprometidos y las obligaciones contraídas con posterioridad a la aprobación de aquel. Presentada la solicitud, el juez dictará auto abriendo la fase de liquidación".

Lo normal es que el consejo, en primera instancia, no acepte la solicitud pero el presidente pedirá que conste en acta para eludir los citados problemas de responsabilidad y también es más que probable que envíe un escrito al Juzgado de lo Mercantil informándole de la situación y de los motivos que le conducen a tomar esa decisión.

El orden del día del consejo será similar al que en su día presentaron los consejeros jerezanos que dimitieron y Mateos ha sido asesorado en este sentido por varios letrados que no hace mucho estuvieron vinculados a la entidad.

El presidente explicó ayer que "todo está preparado para marcharme tras la reunión del consejo, que todavía no sé si podrá celebrarse el lunes o el martes porque Javier López tiene asuntos pendientes fuera de Jerez y no sabe si podrá aplazarlos o no. Estoy ya muy cansando de esta situación tan comprometida. Yo he intentado por todos los medios traerme las acciones para Jerez para que recayeran en manos de la Fundación pero el documento que me ha firmado Morales no es el deseado y no puedo seguir adelante".

El presidente confirmó que en el orden del día está incluido el tema de la posible liquidación de la entidad. "Hablaremos de todo y también de ese punto. Yo lo voy a proponer porque no hay liquidez, no podemos seguir adelante y no sé si lo van a aceptar o no, igual esta vez aportan soluciones económicas. Lo que sí sé es que yo voy a presentar mi dimisión, no tengo otra salida, no hay recursos".