Culto al toque, para lo bueno y para lo malo

La apuesta de Míchel por el toque ha hecho que el Getafe sea un equipo aparentemente frágil. Quienes han visto al equipo regularmente a lo largo de la temporada llegan a la conclusión de que el equipo madrileño es temible si tiene el día, pero tiene que cargar con la fama de ser blando en determinadas ocasiones. Dicen las estadísticas que por cada cuatro faltas que comete recibe una cartulina amarilla. No es lo suyo repartir cera, pero sí jugar bien.

Recientemente ha mostrado esas dos caras. En La Coruña se mostró como un equipo con mucha pegada y con recursos futbolísticos por encima de la media, pero pocos días antes había sido goleado por el Real Madrid en un encuentro en el que se mostró tremendamente vulnerable.

sin balón

No es la especialidad del equipo madrileño. Se siente mucho más cómodo cuando es él quien tiene la posesión, aunque tiene jugadores, sobre todo en el centro del campo, que saben equilibrar las cosas. Es el caso de Casquero y Boateng, que tienen una capacidad de sacrificio y un rigor táctico que son fundamentales para darle competitividad a un bloque con un chip muy ofensivo.

Con balón

El concepto que ha implantado Míchel es el del toque. El Getafe es un equipo que no siente el menor pudor por tocar todo lo que sea necesario y más. Cuenta con jugadores bien dotados para ello como Pedro León, que destaca por encima del resto. Además, ha demostrado en partidos como el que jugó en Sevilla en la Copa del Rey que nunca sale a especular y que es capaz de amargar la tarde a cualquiera.

lo mejor

Lo más destacado es el arsenal ofensivo del equipo. Pedro León es el futbolista más determinante, pero después cuenta con secundarios muy interesantes, como Manu del Moral, Gavilán, Albín o Miku. Eso, sin olvidar a Soldado, que sigue convaleciente y que debe ser una baja sensible por muy bien que esté haciendo las cosas Miku desde su llegada en el mercado invernal.

lo peor

El equipo es inconsistente en determinados momentos de los partidos y eso le ha costado muchos puntos hasta el momento. No sabe leer los partidos en ocasiones y asume riesgos innecesarios. Así, el pasado domingo recibió un gol de contragolpe que no tenía por qué haberse producido. Le falta algo de la madurez que había mostrado en años anteriores y por eso no está llegando tan arriba en la tabla.