La trayectoria profesional de Gorosito incluye claros y oscuros. Cuenta con prestigio en su país porque, ya como futbolista, llegó a un gran nivel en los años noventa. Como entrenador debutó en Nueva Chicago el año 2003, y consiguió salvar al club del descenso.

Tras este buen preludio, fue presentado como entrenador de San Lorenzo de Almagro, con el cual terminó segundo en el Torneo Apertura 2003. Sin embargo, el equipo no mantuvo el nivel y fue despedido el año 2004 tras una pésima campaña en el equipo azulgrana. Un año después asumió el banquillo de Lanús, en donde sólo duró unos meses hasta que tuvo que renunciar por los malos resultados obtenidos. En 2006 se hizo cargo de emergencia como entrenador de Rosario Central, y un año después pasó a ser director técnico de Argentinos Juniors, en donde llegó a las semifinales de la Copa Sudamericana de 2008.

En River Plate, donde entró en 2008, dirigió 33 partidos, entre torneo local y copas, Sumó en todo concepto 39 puntos sobre 99 posibles (poco más del 39 por ciento), cayó eliminado de la Copa Libertadores en primera ronda, fue eliminado de la Copa Sudamericana en primera ronda y durante 2009, River ganó sólo un partido como visitante. Tiene fama de ser un buen comunicador con sus jugadores por el carácter y carisma que tiene, por el que se hace respetar.