"No quería que ésta fuese una despedida típica pero es que no lo puedo controlar". Entre balbuceos y con el corazón encogido Vicente Moreno no pudo más. Aguantó el tipo durante gran parte de la rueda de prensa en la que anunciaba su retirada hasta que se derrumbó y rompió a llorar como un niño en medio de los aplausos de toda la sala.

Previamente, el valenciano había intentado, fiel a su manera de ser, no titubear, pero a veces hasta los guerreros lloran. El nuevo segundo entrenador del Deportivo confesó que la decisión "ha sido difícil porque de alguna manera es dejar de hacer lo que has hecho durante toda la vida. Lógicamente, y aunque uno a medida que va cumpliendo años se va preparando para ello, cuando llega el día ves que es difícil, incluso cuando creías que lo tenías superado".

"En mi caso, -continuó el ex capitán azulino- la ventaja es que ha sido muy rápido y a uno le da tiempo de pensar más bien poco, pero sí es cierto que los días anteriores estaba tranquilo, pero hoy (por ayer) me he levantado diferente y con los sentimientos alterados".

Lo que más ha costado al ya ex futbolista azulino es haber tenido que afrontar la situación de una manera distinta a la espera, pues aseguró que "no era la forma que tenía pensada para dejar de jugar y despedirme de la afición. En la vida pasa esto pero por un lado me queda esa sensación, sobre todo por la gente, de haberle puesto una fecha concreta al día que voy a dejar de jugar al fútbol, que haya un partido... La cosa ha venido así y hay que aceptarlo, porque además la decisión la he tomado yo. Por un lado estoy ilusionado y a la vez agradecido a que hayan depositado en mí esta confianza pero a la vez se juntan los otros sentimientos de tristeza y de recuerdos".

El ex capitán recordó que "llevo once años en el club, llegué en verano del 2000 y fíjate lo que ha llovido. El tiempo va poniendo a cada uno en su lugar y desde la humildad he intentado aportar siempre lo que he podido. Es cierto que durante todo este tiempo he vivido momentos problemáticos, pero también creo que he formado parte de la etapa deportiva más fructífera del Xerez. Me siento partícipe de ello y no sé si el tiempo me dará más o menos importancia, pero lo que es cierto es que esa importancia la tendrá para mí y siempre la llevaré en mi corazón", apuntó el de Masanasa.

Otro de los aspectos en los que incidió fue en que ha aceptado el cargo por diferentes motivos. En este sentido dijo que "el puesto no lo hubiera aceptado de cualquier manera, entre otras cosas porque no lo tenía en mente. Ha sido todo rápido pero han pesado dos cosas, lógicamente, el hecho de que por un lado Emilio me lo pidiera y por otro lado, la conversación que tuve con Juan (Merino)".

"No quería entrar en un cargo con calzador ni tenía necesidad de ello porque tenía un año más de contrato como futbolista, y además me seguía sintiendo útil para seguir jugando. Hablé con Juan y en cinco minutos me depositó toda la confianza. A partir de ahí tomé la decisión, no ha sido fácil y bueno, como futbolista he llegado hasta aquí y ahora me pongo a disposición del club y de Juan para aportar todo lo que tengo, convencido de que a medida de que nos vayamos conociendo más todo irá mejor. Ojalá salga todo bien", continuó Moreno.

El valenciano, que en una semana espera tener el Título Nacional de Entrenadores, fue preguntado sobre la enorme cantidad de experiencias que ha vivido en esas once temporadas como xerecista. A este respecto comentó que "no me quedo sólo con los méritos deportivos, me quedo con otras cosas, con el cariño de la gente, con los amigos que tengo, con los compañeros que he tenido (señalando a Dani Pendín, presente en la sala de prensa), está mi amigo Juan Bellido (también presente)...Incluso hay gente que ha hecho una peña con mi nombre algo que nunca hubiera pensado. Me quedo con eso más que con lo meramente deportivo", apuntó.

Asimismo, el segundo entrenador habló de su nueva función y de los pros y contras que supondrán haber compartido vestuario con sus compañeros hasta hace poco. "A partir de hoy ocupo otra posición y soy consciente de que tendré la dificultad añadida de que hace unos meses los que están ahí eran mis compañeros. Por un lado van a tener la ventaja de que sé cómo piensan y lo que tienen en mente cada uno de ellos y van a tener la desventaja de que por la misma regla de tres sé lo que pueden dar cada uno, porque soy el primero que les voy a exigir".