Ridícula puesta de largo

El Xerez Deportivo volvió a vivir ayer un capítulo de los más tristes de su historia. Nunca la presentación de un nuevo presidente de la entidad se había convertido en un esperpento y en algo tan ridículo y bochornoso. Jesús Gómez llegó dispuesto a disfrutar de su momento de gloria pero ese momento se convirtió en un infierno para él. Por no saber, no supo ni explicar a quién representa (Morafinsa, S.L.). Increíble pero cierto...

Así, la rueda de prensa desde un primer momento fue un bombardeo de preguntas continuo a un señor que contemplaba atónito la escena incapaz de ofrecer argumentos. La frase más repetida fue "no lo sé, acabamos de llegar, no tengo respuestas porque no tengo todavía la información necesaria". ¿Por qué?¿Qué ha hecho la afición azulina para merecer algo así nuevamente?

Pero hubo más. El mayor escándalo vivido en la sala de prensa de Chapín en los últimos tiempos alcanzó su punto álgido cuando Ricardo García, el personaje más controvertido de la venta del club, irrumpió como un volcán para sentarse en la mesa junto al presidente y entablar una batalla dialéctica con algunos de los periodistas presentes.

Gómez, además de no tener ni idea de la situación económica de la entidad ni de la situación deportiva, donde dijo Diego dijo digo. "Ricardo García no tiene nada que ver con el Xerez, ha hecho de intermediario pero no va a desempeñar ningún cargo en el club". El día anterior, hasta se planteaba convertirle en consejero delegado... ¿Rigor? ¿Cuándo decía la verdad?

El mandatario abrió la rueda de prensa con su primer gran error de bulto. No supo explicar a quién representaba: "No sé, qué significa Morafinsa, por problemas técnicos o legales desconozco esos aspectos, que quedarán subsanados el nueve de febrero en la junta general de accionistas".

El arquitecto, que desveló que el importe total de la operación era de 1.800.000 euros, comenzó a sufrir y a capear el temporal como pudo. A la pregunta de si se había planteado su dimisión después de la reacción de la afición por llegar acompañado de Ricardo García fue claro. "No. Ricardo no va a entrar ni en el consejo de administración ni va a trabajar para el club, ha actuado de intermediario y le he pedido que durante dos o tres días me asesore en temas deportivos, no hay nada más. Me equivoqué y lo siento mucho, no debí decir lo de hacerle incluso consejero delegado, rectifico lo dicho".

Gómez asume que no llegan en el mejor momento para el club y resaltó que "sé que aquí han habido muchos problemas durante los dos últimos años. No valoro si la presentación es la más adecuada o no. Hemos tenido que acelerar la compraventa porque nos queda muy poco tiempo para poder hacer algún tipo de aportación si hay que hacerla. Nos hubiese gustado hacer todo este tingladito después de la firma del convenio pero nos quedan quince días para hacer refuerzos".

Les gustaría realizar fichajes pero no desveló si llegan con la cartera llena para poder firmar. "Vamos a poner esfuerzo. Lo que les hemos comentado a los administradores es que si se han producido dos bajas, existe un no gasto en las cuentas y queremos que esa cantidad más lo que nosotros vamos a aportar tener la máxima capacidad para traer a alguien si es que al final llega algún refuerzo".

En cuanto a su proyecto, el nuevo presidente azulino tampoco resultó convincente: "Tenemos proyecto deportivo pero no es el momento de hablar de él, dentro de una semana podremos explicarlo todo mejor. Acabamos de desembarcar, no tenemos información, no tenemos un análisis completo de lo que es el club y estamos hablando con los representantes de cada una de las parcelas. Hemos comprado una sociedad con una deuda importante pero nadie nos ha facilitado aún información".

El presidente defendió que la compra es totalmente legal porque "existen unas escrituras que se firmaron hace tres días y que a mí no me importa que vean la luz, están en el club" y negó que existieran "dos escrituras, no entiendo esa matización, sólo hay una".

No quiso desvelar los nombres de los empresarios que están detrás de la compra porque "de momento no quieren salir a la luz pero desmiento categóricamente que sean Luis Oliver, Nuchera o Rafael Carrión".

Sin la lección aprendida y en un mundo totalmente irreal, también aseguró que su relación con el Ayuntamiento va a ser, aunque desconocía el contenido del comunicado en el que se dejaba claro que en breve habrá que pagar por el uso de las instalaciones deportivas. "No sé nada de eso, lo único que puedo decir es que nuestra relación con el Ayuntamiento va a ser muy buena. Hay una reunión prevista, se anuló y ahora tendremos que buscar una nueva cita".

Eso sí, una de las cosas que dejó clara es que tienen intención de recuperar las funciones que el consejo de administración tiene suspendidas. "Estamos en ello. Espero que nos las devuelvan y los administradores están en esa línea, entiendo que se fían de nosotros".

Con un discurso que a medida que se iban sucediendo las preguntas se iba agotando, Gómez soltó que él en su presentación no tenía que convencer a nadie. "Vengo aquí a desarrollar un proyecto deportivo y en eso estamos. Estamos desembarcando, es nuestro primer día en Jerez y hemos requerido la información a los administradores. Hemos comprado sin documentación y claro que estoy en mi sano juicio. Yo no soy Joaquín Morales ni creo que lo parezca".

En cuanto a la continuidad al futuro de Emilio Viqueira y Vicente Moreno, advirtió que "el encuentro con Viqueira fue cordial. Se rumoreaba que si iban a haber despidos o dimisiones y no hay nada. Vamos a analizar la situación en profundidad y si hay que tomar medidas, se tomarán. De momento, no hay nada previsto".

La mayor parte de la afición no entiende cómo este grupo de empresarios ha desembarcado en el Xerez sin ningún margen de maniobra, con casi 29 millones de deuda y sin firmarse el convenio de acreedores. Él piensa que "aquí hay un proyecto que puede ser muy ilusionante, muy bonito, el Xerez tiene un gran potencial, la ciudad creo que también se lo merece y aquí estamos. El futuro es el convenio, eso está claro pero hemos adelantado la firma para poder reforzar la plantilla".

No se plantea un descenso a Segunda B pero "si bajamos, ya veremos qué hacemos" y le sorprendió "el recibimiento que hemos tenido, no entiendo ese malestar. No pensaba que esto fuese tan complicado, pido un margen de confianza a la afición, estamos aquí para hacerlo bien".

La última pregunta a la que respondió Gómez fue a la de si se planteaban una ampliación de capital, luego irrumpió Ricardo García y se acabó el diálogo. "Tenemos el balance a julio de 2011, hasta que no tengamos el balance actualizado no podemos hablar de eso".

Con el fuerte encontronazo de Ricardo García con la prensa, Jesús Gómez optó por dar por concluida su desafortunadísima puesta de largo ante los medios de comunicación.