Souza abre la caja de los truenos
El presidente azulino asegura que "Gorosito lleva razón, no quiero a Monterrubio en el club porque no cuenta con mi confianza, lo mismo que Rondán y Poyatos, pero los administradores confían en ellos"
Federico Souza, presidente del Xerez, el día después de consumarse el descenso a Segunda División, se mostró "tremendamente decepcionado" pero con ganas de comenzar a trabajar para "preparar un proyecto serio para la próxima temporada por esta afición que nos ha dado una lección a todos y ya vamos tarde. Yo no puedo tomar decisiones y esta situación es insostenible, se está dañando mucho la imagen del club y no lo puedo consentir por más tiempo".
El presidente xerecista no quiso pronunciarse sobre las manifestaciones de Gorosito nada más finalizar el partido en el Reyno de Navarra en las que dejaba claro porque no las había oído. Ayer, después de oírlas, fue tajante. "Yo comparto su opinión, no quiero a Monterrubio en el club porque no cuenta con mi confianza, lo mismo que Miguel Ángel y Antonio Poyatos. Yo necesito trabajar con mi gente pero llevamos ya dos meses dándole vueltas a este tema y no hay forma de que se solucione. Quiero a Lussenhoff de director deportivo y a otra persona de mi confianza para que me lleve toda la parte administrativa y no puedo tenerles a mi lado".
Souza detalló que "a los administradores ya les he presentado todo tipo de documentación e informes pero no dan el paso y no me autorizan los despidos que quiero realizar. En el caso del entrenador, en dos días lo resolvieron y no lo entiendo, los cambios son necesarios. Estamos perdiendo un tiempo precioso. Se ha terminado la Liga, estamos en Segunda y no tenemos ni entrenador ni jugadores ni podemos tomar decisiones, todos tienen su futuro incierto por culpa de esta situación. He sido prudente, he intentado dar todos los pasos de la forma más adecuada y siempre consensuándolo todo pero veo que así no se soluciona nada y estoy cansado. Hoy por hoy, la situación es incómoda, de mucho desgaste y así no podemos continuar".
Además, fue más allá en sus aseveraciones: "Esto está perjudicando muchísimo la imagen club, las personas que tienen que tomar las decisiones no las toman y lo grave es que son ellos que los deciden y los que marcan las pautas".
De sus palabras se desprende que los administradores no confían en su proyecto y él matiza que "no sé si confían en mí o no, ni si confían más en Monterrubio que en mi gestión, lo que sé es que al club hay que llevarlo de otra forma y con otras personas. Esto es como en cualquier plantilla, cuando hay un jugador o un entrenador que no funciona, lo cambias y aquí se ha hecho ya".
Además, también tiene claro que Gorosito ya estaría renovado si esta situación estuviese aclarada porque "él quiere quedarse y para nosotros es clave, debe ser la base de nuestro proyecto. Pero, claro, si no tiene a su lado a la gente que le trajo es difícil que quiera seguir. Me da la impresión que hay algunas personas que no se dan cuenta de que esto es un club de fútbol, me piden una semana de margen y ya llevamos dos meses sin solucionar los problemas, se dan vueltas y vueltas y no veo la luz".
Gorosito, al margen de la marcha de Monterrubio, ha pedido "que se solucione la situación de su cuerpo técnico y que la plantilla esté confeccionada al inicio de la pretemporada, no se puede repetir lo del año pasado, cuando el equipo empezó a entrenar sin jugadores. Que estamos en Segunda ya es una realidad y no podemos arriesgarnos más. Cuanto más tiempo se pierda, peor. Insisto, yo no puedo tomar decisiones, tengo que decidir y no me dejan, el club tiene que tener una infraestructura con personas de mi confianza".
Souza desveló que en su día mantuvo una conversación con Monterrubio para hablar de su salida pero "no hubo acuerdo. Yo no cuento con él pero los administradores sí y deben decidir porque yo quiero a mi gente. He solicitado a los administradores una reunión con el consejo para que me comuniquen su decisión. Les he planteado los despidos y, supuestamente, no me han contestado porque están estudiando su viabilidad y siempre hay algún pero. Me dicen que lo están estudiando para intentar no equivocarse".
Hasta ahora, nunca había hablado de forma abierta de los despidos de Rondán y Poyatos y ahora lo hace porque "la incomunicación con ellos también es total. Están unidos a Monterrubio, que es la persona con la que han trabajado todos estos años. Todos tienen que entender que ha terminado una etapa y que comienza una nueva partiendo de cero, que debe empezar con mi gente, con personas que sí que tienen mi confianza".
Bajo su punto de vista, los administradores concursales deben tomar cartas en el asunto para buscar la mejor solución posible cuanto antes. "Tienen que decidirse y ya es tarde. Como he comentado antes, la situación es complicada, acabamos de descender y estamos gastando más energías en hablar de este tema que en trabajar en el nuevo proyecto. Con esta discusión estamos perdiendo un tiempo precioso".
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