El Villarreal está obligado a sumar más del 76 por ciento de los puntos en disputa hasta final de temporada si quiere alcanzar las plazas de la clasificación liguera que dan derecho a disputar la Liga Europa la próxima temporada.

Así, el Villarreal necesita ganar más partidos en trece jornadas que los que ha ganado en las veinticinco anteriores del campeonato de Liga.

Los castellonenses necesitarían sumar más de sesenta puntos al final de temporada, ya que estos son los mínimos necesarios para llegar a una de las dos plazas europeas de media.

Una media que se ha repetido en las últimas campañas y que obligaría al Villarreal a sumar un mínimo de treinta puntos para acercarse a esta posibilidad, ya que en estos momentos cuenta con 33 puntos en la tabla clasificatoria.

Aunque lo lógico es que incluso necesite algo más de treinta puntos debido a la desventaja con la que cuenta a día de hoy, puesto que a los ocho puntos de diferencia que le separan de estas plazas, hay que contar que se tiene perdido el 'gol-average' particular con sus rivales por estas plazas.

Otro dato que revela la dificultad del objetivo del Villarreal es que en la trece jornadas que restan el equipo castellonense deberá lograr en teoría diez victorias lo que supondría aproximadamente el 76 por ciento de los 39 que quedan en litigio, mientras que a día de hoy tan sólo se han logrado nueve triunfos en 25 partidos disputados.

Para el optimismo del Villarreal, que ayer tuvo jornada de descanso y hoy regresará a los entrenamientos, está el dato de que el conjunto castellonense consiguió ante el Espanyol acabar un partido a domicilio sin encajar gol alguno, lo que no ocurría desde hace casi un año: el 19 de abril de 2009, 0-0 en Zorrilla contra el Valladolid, y desde entonces han pasado 322 días y 14 salidas en las que el equipo amarillo siempre había encajado como mínimo un tanto en contra. Esa serie lejos del Madrigal se saldó con ocho derrotas, tres empates y un triunfo, 20 goles a favor y 31 en contra.

El mantener la portería a cero ante el Espanyol propició que el Villarreal encadenase su segundo partido consecutivo de Liga con la portería a cero, toda una proeza para los amarillos, que sólo han acabado imbatidos en cinco jornadas.