Xerez CD-CD Pozoblanco | crónica

Brian Triviño culmina la remontada en el tiempo de descuento (2-1)

  • El Deportivo sufre para darle la vuelta a un partido que comienza perdiendo tras un penalti inexistente

Borja celebra con rabia su gol, que suponía el empate a uno.

Borja celebra con rabia su gol, que suponía el empate a uno. / Miguel Ángel González

El Xerez CD continúa en estado de gracia y volvió a ganar en la Granja, en esta oportunidad por 2-1 ante el Pozoblanco, un rival directo en la lucha por salvar la categoría que ahora deja a cinco puntos. No brilla como al principio de temporada pero es mucho más certero y eficaz.

En un encuentro equilibrado que comenzó perdiendo por un penalti que sólo el colegiado vio, fue capaz de tirar de orgullo para darle la vuelta al marcador en el descuento.

La euforia se desató en el campo tras el gol de Brian Triviño en el minuto 94 e hizo olvidar a los aficionados el frío que estaban pasando. Mereció la pena la espera y sufrir tanto. El ariete azulino le puso la firma a la victoria con un buen gol de semivolea imparable para Gonzalo.

Los xerecistas han sumado diez de los últimos doce puntos, teniendo en cuenta los tres del Éicja, y ocupan la 16ª plaza con 16, una posición que les permite encarar con más optimismo el futuro inmediato, que pasa por visitar al Gerena el domingo y recibir al Salerm Puente Genil.

El Xerez CD, con Israel en el centro de la defensa en lugar del sancionado Dani Jurado, Ramón Verdú en la medular junto a Sabaté y Yeray Jiménez, entró al partido con menos intensidad que su rival, que dio primero. Un saque de esquina lanzado por León lo remató Curro Pérez y obligó a su excompañero Miguel a lucirse (8') y en el 11, a Ángel García se le marchó fuera por muy poco un buen lanzamiento desde fuera del área.

La primera ocasión de peligro del Deportivo llegó en el minuto 24, cuando Ramón Verdú estuvo a punto de sacar los pañuelos en la grada. Botó un córner de forma magistral, se cerró y casi sorprende a Gonzalo.

Y la primera acción polémica del choque se produjo a la media hora. Gonzalo llega antes al balón que León dentro del área, el jugador visitante choca con él, cae y el colegiado decreta penalti ante el asombro de todos. De nada sirvieron las protestas de los azulinos. El propio León engañó a Miguel con maestría.

El tanto pesó en el cuadro xerecista, al que le costó asimilar el mazazo. Intentando cargar en exceso el juego por la banza izquierda y con el centro del campo algo atascado, solo una acción de Borja inquietó a los visitantes hasta el final del primer tiempo.

El paso por vestuarios sentó mejor al Xerez CD. El Pozoblanco, bien colocado y sin fisuras, dio un paso atrás, aunque no pasaba por grandes apuros. De todos modos, también la primera ocasión clara fue para de los de Javi Moreno. Un tiro de Medina se marchó por el lateral de la red (47').

La réplica la puso otra vez un inmenso Borja, que remató por encima del larguero un saque de esquina. El 0-2 lo tuvo Valentín, que no aprovechó un balón de oro de Zara después de un clamoroso fallo atrás en cadena de los azulinos.

Los dos equipos se animaban y buscaban uno el empate y el otro sentenciar a la contra o en una acción a balón parado. Fran Sabaté puso a prueba los reflejos de Gonzalo y el lateral diestro azulino Gonzalo también colgó un centro al segundo palo que sacó la defensa con apuros.

Los minutos volaban. El Xerez CD quería pero no podía con el orden defensivo y la entereza de un rival que cada vez creía más en sus posibilidades. De todos modos, si hay algo que tiene este Deportivo es fe. Firmó las tablas en el minuto 73 y las tenía que establecer Borja, uno de los mejores jugadores del partido.

Ricky le sirvió un buen balón al espigado delantero, que no se lo pensó y lo colocó en el fondo de la portería de Gonzalo con potencia y precisión. Un golazo para empatar.

El tanto subió las pulsaciones de la grada, que se volcó con un equipo que iba a por la remontada. Brian, que mejoró muchísimo las prestaciones de los azulinos en ataque, rozó el 2-1 al rematar de cabeza un centro de Borja (81'). Los visitantes tuvieron su mejor opción en un tiro de Alain que se le escapó fuera por poco.

Antes, el colegiado volvió a cometer dos errores graves, primero al dejar de señalar un posible penalti de Quirós y otro por manos de un defensa cordobés. Desde luego, el sevillano no tuvo su mejor tarde.

A base de insistir, en el tiempo descuento se desató la locura. Quirós, todo corazón, colgó el balón al corazón del área y Brian Triviño, en un movimiento de buen ariete, lo controló con el pecho y lo mandó dentro de semivolea. Era el minuto 94. Merecido premio para un equipo que arriesgó más que su rival y con el que el fútbol fue justo en esta oportunidad.

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