Xerez CD

La afición responde pese al frío

  • Más de catorce mil personas acudieron a Chapín donde una semana más se pidió la marcha de Joaquín Morales

Los catorce mil quinientos espectadores que acudieron ayer a Chapín merecieron, nada más que por ir, un monumento o una rotonda. Al xerecismo se le puede exigir poco esta temporada y pese a la lluvia, al frío, a la caótica situación del club y a la mala racha deportiva los aficionados azulinos animaron a sus jugadores, todo un ejemplo teniendo en cuenta la escasa afluencia de espectadores a los estadios de Primera este pasado fin de semana.

Abrigados hasta las orejas y con paraguas en mano, porque la que cayó en los primeros compases del duelo no fue normal, el público pudo disfrutar de un partido entretenido en la primera parte y algo tedioso, a raíz del tercer gol, en la segunda.

A pesar de las bajas temperaturas, el tesón y las ganas con la que salió el Xerez y la reacción posterior, tras encajar el primer gol, fue encendiendo el ambiente de Chapín que vio una leve esperanza con el empate de Carlos Calvo. Por fin una alegría. La afición celebró el tanto como si fuese el último, no es de extrañar, con lo que cuesta marcar este año...

Menos favorecidos salieron el colegiado, que midió con distinto rasero a uno y otro equipo en determinadas acciones, y los centrales, pues tanto Prieto como Leandro Gioda fueron el centro de las críticas tras el 1-2.

Pero si ayer hubo una comidilla en las frías gradas del estadio esa fue la del debut de Míchel. El público, como se pudo comprobar en más una ocasión cuando el madrileño peleó algún balón, agradeció el esfuerzo y se preguntó por qué no había sido de la partida anteriormente, porque, las cosas como son, su partido de ayer superó con creces la aportación de hombres como Maldonado y eso que el venezolano tuvo más oportunidades que 'El platanito'.

Al menos, el Xerez pudo ayer ver estrenarse a un fichaje de invierno. Sí de invierno, esos que deberían haber llegado hace unos días pero que Miguel Ángel ha sido incapaz de concretar. Debutó un fichaje, pero el de Domínguez en el Valencia.

Con el 1-3 y el equipo roto (cuando se corre detrás del balón la condición física y sobre todo psicológica pesa una barbaridad), la afición se acordó de Morales con los habituales cánticos, esos de 'quédate...sin respiración'. Además, y en medio de un final de partido sin chispa y con un rival que no quiso hacer más daño, el público recurrió a la ironía, primero jaleando con 'olés' los pases del Xerez y luego recriminando a Ziganda que no saliese del banquillo por la lluvia. En tono jocoso se oyó: 'Ziganda, mójate, Ziganda mójate'.

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