La defensa pierde protagonismo

Los azulinos han recibido el doble de goles en las seis jornadas que llevan sin ganar que en las seis primeras del campeonato

La defensa pierde protagonismo
La defensa pierde protagonismo
F. Pereira/M. Romero / Jerez

08 de noviembre 2011 - 05:02

Los problemas en la tabla del Xerez, que acumula ya seis jornadas consecutivas sin conocer la victoria, coinciden con su mal bagaje defensivo. En las últimas jornadas, el cuadro azulino ha pasado de ser un bloque bien trabajado atrás a ser un equipo endeble y al que le hacen goles con suma facilidad.

Esta circunstancia se puede comprobar acudiendo a las estadísticas, pues en estas seis últimas jornadas (incluyendo la del Sabadell que estaba atrasada) el Deportivo ha encajado nada más y nada menos que nueve goles, es decir, casi el doble que de los que había encajado en las seis jornadas anteriores, sólo cinco.

Si profundizamos aún más en este dato se puede comprobar que después del encuentro contra el Girona el Xerez tenía una media de 0'71 goles en contra por partido y actualmente, tras caer por 2-1 en Valladolid, el equipo de Merino ostenta una media de 1'16.

Así las cosas, la estabilidad defensiva que irradiaban los xerecistas en el arranque de competición ha pasado a mejor vida, convirtiéndose el equipo en un rival débil y propenso a encajar goles con bastante asiduidad, si bien es verdad que casi siempre los tantos han llegado por errores en defensa.

Otro aspecto interesante que otorgan los números del equipo de Juan Merino es que en lo que se ha disputado de competición (12 jornadas), el Deportivo solamente ha dejado la puerta a cero en cuatro ocasiones, o sea, el 33%, y tres llegaron en la primera fase de la Liga. A partir del empate a cero ante el Murcia (la cuarta vez que los azulinos dejaban la puerta a cero), el conjunto del linense no ha sido capaz de acabar un partido sin encajar goles.

Curiosamente, en este apartado, el de dejar la puerta a cero, encontramos otro dato interesante. Y es que los azulinos sólo han sido capaces de acabar un duelo sin recibir un gol en casa ante el Nástic, pues el resto de partidos, Alcorcón, Alcoyano y Murcia, todos fueron a domicilio. Es más, la media de tantos recibidos varía de forma ostensible si miramos los partidos de casa y los de fuera. Mientras que como visitante el Xerez tiene una media de 0'83 goles por encuentro, cuando juega como local recibe 1'5 de media.

Con el paso de los partidos, el técnico ha tratado de subsanar errores que le han pasado factura a lo largo de las jornadas. Sin embargo, si nos paramos a analizar cada uno de los catorce goles encajados hasta el momento, comprobamos que más de la mitad de ellos, un total de ocho, han llegado como consecuencia de fallos defensivos, unas veces a nivel individual y otras a nivel colectivo al no cerrar bien el equipo en el repliegue o en despistes en las marcas.

El primer gol recibido este año, el de Aníbal ante el Guadalajara, llega como consecuencia de una mala sincronización defensiva entre los centrales y el mediocentro. Ni Gerard, ni Robusté ni Barber cierran bien y Aníbal marca.

El mismo problema aparece en el Córdoba-Xerez, cuando Hervás anota el 1-0. López Silva entra dentro del área perseguido por Raúl Cámara, nadie cierra la entrada desde la segunda línea, donde aparece Hervás para anotar de disparo cruzado.

Otro error de sincronización aparece en el primer gol del Celta. Robusté sale de su posición para encimar a Álex López, éste cede a De Lucas, Lombán cierra sin que nadie cubra su posición y allí aparece David Rodríguez para hacer el gol. En este mismo partido, el segundo gol es producto de otro mal movimiento de la zaga (nadie hace la ayuda a los centrales), además de la pasividad de Lombán, que permite a Iago Aspas moverse con total tranquilidad dentro del área. El tercero tanto también es producto de una mal movimiento global de la defensa permitiendo a Catalá marcar casi a placer.

La lista de errores se prolonga en el Elche-Xerez, cuando Lombán pierde un balón en mediocampo al intentar salir con él jugado y el cuadro de Bordalás monta una contra letal que al final cuesta el encuentro a los de Merino.

Esa misma circunstancia sucede ante el Almería, primero en un mal despeje de Robusté y posteriormente en un repliegue poco eficaz ante un rival que ejecuta perfectamente, todo hay que decirlo, dicha acción.

El último error grave llegó el pasado sábado en el José Zorrilla cuando de un saque de falta paralelo al pico del área del Valladolid llega el gol. Jesús Rueda saca en largo, Javi Guerra cabecea emparejado con Bruno y sorprendentemente nadie aparece encimando a Óscar González (Capi y Rueda están por delante), que se limita a tocar al primer toque y sorprender a la defensa. El resto es tarea de Sisi, que se saca de la manga una vaselina magnífica.

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