Aunque todavía no es oficial, pues así lo reconocía a este medio en la tarde de ayer el propio protagonista, Pablo Rodríguez está a un paso de convertirse en nuevo miembro del cuerpo técnico del Valencia, donde será uno de los ojeadores de la entidad en la parcela deportiva que controla Braulio Vázquez.

El lucense, que se encuentra en su pueblo pasando unos días, está a la espera de cerrar su compromiso con el club ché después de haber desempeñado funciones de analista y segundo entrenador en el cuadro xerecista.

La marcha de Pablo Rodríguez viene a demostrar que el paso por la secretaría técnica del Deportivo es un verdadero trampolín para pasar a equipos de primera línea, al menos así lo ponen de manifiesto las estadísticas de los últimos años.

Lo fue en su día con el roteño Carlos Vargas, que tras militar como ojeador en el club junto a Poli Rincón y Javier Ortega (03/04), se marchó al Villarreal para formar parte de su sección internacional. De ahí pasó al Almería y desde el verano de 2010 forma parte de la Juventus de Turín, con la que este año ha logrado el Scudetto.

El mismo recorrido que ahora puede hacer Pablo Rodríguez lo realizó Antonio Fernández Marchán. El jerezano, que dirigió los designios deportivos de la entidad en la 06/07, abandonó el Xerez para firmar por el Valencia. Allí fue la mano derecha de Miguel Ángel Ruiz, entonces director deportivo ché. De la capital del Turia se marchó a la Federación Española para trabajar con La Roja, donde fue testigo directo de la consecución de los títulos de campeón de Europa y del Mundial de Sudáfrica. El pasado verano se enroló en el proyecto que el jeque Abdullah Al-Thani inició en el Málaga, club con el que este año disputará la previa de la Liga de Campeones.

El mismo destino ha seguido otro de los hombres que han pasado por la secretaría técnica azulina, Miguel Ángel Rondán. El excapitán fue el artífice, junto a Antonio Poyatos, de la confección de la histórica plantilla del ascenso a Primera División. Tras militar tres temporadas consecutivas en la entidad abandonó el club en pleno proceso concursal. Ahora mismo forma parte del equipo de ojeadores que el Málaga ha construido de un tiempo a esta parte.

Lo curioso en esta historia es que todos, desde Vargas a Fernández pasando por Rondán, salieron del Xerez por la puerta de atrás y sin ser valorados, una política habitual en este club y esta ciudad.