El drama de Osma

A Carlos de Osma, expresidente y exconsejero del Xerez, le sacan hoy a subasta varios bienes por una deuda del club con la Seguridad Social a la que debe responder de forma solidaria como miembro del consejo de administración en la fecha en la que se produjo el impago. La Tesorería General de la Seguridad Social reclama a la entidad azulina una deuda de algo más de trescientos mil euros, embargando no sólo a De Osma, sino también a Manolo González Gamero y a Rafael Verdú, al que tienen retenida parte de la pensión. Se trata de los consejeros que tienen bienes a su nombre, de ahí que la Seguridad Social no haya podido actuar contra Joaquín Morales, porque no tiene bienes a su nombre.

La subasta es a las nueve de la mañana en Cádiz y los bienes que se embargan al expresidente son su domicilio familiar, tasado en 352.776,90 euros, un apartamento en la costa, tasado en 148.200 euros, una plaza de aparcamiento tasada en 22.686 euros y otro local tasado en 28.130,29 euros, sumando 551.793,19 euros, cantidad muy superior a la deuda contraída por el club y a la que deben responder de forma solidaria los miembros del consejo.

Osma tiene presentados tres recursos tratando de paralizar la puja pública pero en caso contrario “allí estaré a ver si se adjudican mis propiedades”, lo que entiende incomprensible porque “cuando yo dejé el club aconsejado por Tebas, que fue el que aconsejó al club que se planteara el concurso porque era la mejor salida para el Xerez, había en caja 3,8 millones de euros... Cuando dejé el club, a los once meses de entrar, me fui contento con el trabajo bien hecho pero la sorpresa llega después cuando, a los seis meses y con el concurso planteado, recibo la primera notificación de que me salen dentro de cuatro meses la subasta de los bienes. ¿Por qué no se ha pagado si había dinero para hacerlo?”.

Con el paso del tiempo, Osma tiene claro que todo ha sido un plan orquestado “desde el minuto 1”, y la prueba es que la deuda con la Seguridad Social comienza a generarse curiosamente poco después de la salida de Antonio Fernández Monterrubiodel consejo, que no del club, en el que siguió ocupando el cargo de director general.

“Joaquín Morales me ha traicionado, en un momento dado le di confianza y aposté por él. Me equivoqué en haberle dado mi confianza sin conocerlo, entendía que el grupo personas que había en aquel consejo eran personas que sabían lo que podía ocurrir y en ningún momento avisaron. Desde el primer minuto había gente que lo sabía y no avisaron, maldigo haber sido tan iluso”, lamenta Osma.

El expresidente agradece las palabras de apoyo del pasado viernes de Verdú, otro en similar tesitura: “Por culpa de Morales tiene embargada la pensión. La casa no se la han sacado a subasta porque es mayor la hipoteca de lo que vale la casa. Todo son mentiras, Morales es un mentiroso compulsivo. Todo son mentiras, hasta llegó decirme que no me preocupara que cuando volviera al club no se ficharían a dos o tres jugadores y con ese dinero se liquidaría la deuda con la Tesorería. Mentira. Ha sido siempre un manipulador, a mí me manipuló, me engañó, yo le di la confianza pensando que iba con buena fe”.

Osma añade que “si tengo arrepentirme de algo es de haber confiado en las personas que tenía alrededor, alguno de ellos sabía lo que podía ocurrirnos y no avisó. Joaquín nos ha ido traicionando a todos uno a uno, a Rafa, a Manolo y a mí, los tres más afectados”.

Eso sí, Joaquín Morales llamó ayer por la mañana a Osma pero más de lo mismo y ninguna solución:“Se ha dignado a llamarme pero sigue con lo mismo, que él no puede, que él no puede y que no puede, que no está en sus manos. Entonces, ¿En manos de quién está, si él es el máximo accionista de la sociedad? Que no puede hacer nada, que por qué le llamé persona sin vergüenza, pues porque me lo ha estado demostrando durante este tiempo, me ha estado engañando vilmente día a día”.

Lo más lamentable es que ninguno de los que luego han sido responsables del club han solucionado este entuerto:“Creo que ha habido tiempo y dinero para haber solventado esto”, y lo peor, que la madre de Osma sigue recibiendo las notificaciones de los embargos y de las subastas de las propiedades heredadas. El drama de Osma, una auténtica injusticia.