La frontera de la permanencia

Con los siete puntos que el Xerez sumó la pasada semana en los tres encuentros que disputó ante Tenerife, Sevilla y Valladolid, la fiebre por la permanencia se ha desatado en el vestuario azulino y entre una afición que quiere creer en un nuevo milagro, aunque las circunstancias son diferentes a las de la temporada 07/08.

Los jugadores, por si acaso, tienen claro que van a luchar hasta el último minuto del último encuentro y el primero de ellos les llega el domingo ante el Sporting. Un envite que puede suponer cruzar la frontera que separa las verdaderas posibilidades de seguir soñando de la del desasosiego de verse en una situación irreversible.

Así, Leandro Gioda admite que "estamos con muchas ganas y muy motivados, queremos seguir en la misma línea que hasta ahora, con la misma intensidad, el mismo ritmo de juego y vamos a por los tres puntos a Gijón porque el encuentro es muy importante para nosotros".

Bajo su punto de vista, el partido "va a ser muy difícil. Tienen arriba jugadores peligrosos, que pelean todos los balones, que no dan nada por perdido y tendremos que estar muy atentos y concentrados, pero debemos de preocuparnos por nosotros mismos. Sería lindo que ellos se preocupasen más de nosotros que nosotros de ellos".

El argentino también valoró el haber dejado la portería a cero el pasado domingo porque "eso significa que no sólo la parte de atrás ha estado bien, significa que el trabajo grupal fue bueno. Lo importante es ganar, sumar de tres y seguir creyendo en una salvación que para mí es muy posible".

"El grupo -añade- está unido, sabe lo que quiere y a medida que se van consiguiendo resultados, va aumentando la motivación. Cuando uno pierde, las cabezas están bajas y la creencia es un poco menor. Ahora, a medida que las cosas van saliendo, uno cree cada vez más en uno mismo".

Por su parte, Carlos Calvo no quiere hacerse demasiadas ilusiones sobre su titularidad: "El míster realiza pruebas durante la semana, ha trabajado conmigo y es una posibilidad, pero hasta que no me vea en el once o él me lo confirme no me veo, no me lo creo".

De jugar, actuaría junto a Momo y Orellana, compañeros con los que se compenetra bien. "Lo que quiere el míster nos viene bien a los tres, podemos jugar en cualquier posición de la mediapunta y nos podemos cambiar sin problemas. No obstante, lo importante es que todos sumemos al máximo, de esa forma nos salvamos hace dos años, estando todos metidos en el trabajo y aportando todos al equipo, a ver si dar resultado otra vez".

Para él, el enfrentamiento ante los asturianos es "una final más, nos quedan nueve. Los cuatro partidos de casa hay que ganarlos y si hay fuera alguno en el que tengamos que rascar es éste porque no tenemos miedo a nadie pero tenemos que tener en cuenta que jugamos en el Calderón, en el Camp Nou o el Reyno de Navarra, escenarios difíciles. Es una final en la que tenemos que ganar".

El madrileño no se fía del Sporting y admite que "es un buen bloque, que lleva junto desde el ascenso, trata muy bien el balón, tiene buenos jugadores y suma ya 36 puntos, la salvación la tiene ahí. Lo hacen muy bien, casi juegan de memoria y tienen a Diego Castro, Bilic, Barral y a otros futbolistas que la tocan muy bien en el centro del campo. Hay que tener mucho cuidado con ellos".

La permanencia para el Xerez está complicada pero Calvo es de los que no arroja la toalla. "Ahora estamos más sueltos gracias a los resultados, aunque nunca hemos dudado. Puede sonar a locura pero aquí siempre hemos confiado, lo que pasa es que era muy difícil y lo sigue siendo. Creemos quizás por ese espíritu de lo que sucedió hace tres temporadas porque tenemos casi el mismo bloque. Esto es Primera, que es más difícil que Segunda, estamos a más puntos, pero tenemos un partido ante el Zaragoza, que es el que marca la permanencia, y creemos".