Una historia que no debió producirse
Bruno, uno de los capitanes azulinos y de los más afectados por los incidentes del domingo, explica los hechos y zanja el tema para "dejarlo en manos de la policía y centrarnos en ganar"
Bruno Herrero, uno de los capitanes del Xerez y uno de los más afectados por los incidentes del pasado domingo con los aficionados tras regresar de Huelva, quiso dar ayer la versión oficial de la plantilla sobre lo sucedido para poner punto y final a un tema que ya está en manos de la policía.
El jerezano dejó claro que los futbolistas no habían provocado los altercados, que lo tienen ya archivado pero no olvidado y que se sienten capacitados y comprometidos para sacar al equipo de la delicada situación deportiva en la que se encuentra.
Bruno recuerda que "lo que sucedió es un hecho tremendamente complicado de olvidar pero el domingo está ya muy cerca y todos queremos aislarnos y centrarnos en el partido para intentar sacarlo adelante", al tiempo que dejó claro que la decisión de no hablar el lunes fue "de los jugadores más que nada porque igual en caliente hubiésemos dicho algo de lo que hoy nos tendríamos que arrepentir. Ahora ya han pasado un par de días y es mejor. Para mí fue muy desagradable el momento que pasó mi pareja y mi niña, que estaban dentro del coche y vieron como unos sinvergüenzas se acercaban para tirar piedras, botellas y decirme de todo".
Algo que ha molestado mucho a la plantilla es que se haya sugerido que los altercados se producen después de que uno de los jugadores acelerara de forma brusca con su coche para eludir a los aficionados. "Uno de los motivos por los que estoy aquí es ese, quiero contar lo que pasó. Quiero contar los hechos como fueron porque se están contando muchas mentiras pare encubrir a los personajes que hicieron lo que hicieron".
Bruno detalla que "llegamos en el autocar a la zona de aparcamiento de Chapín, tres o cuatro jugadores fuimos rápidos a coger los coches y ya vimos que había un grupo de seis o siete esperándonos y estaba claro que nos iban a decir algo, lo que no nos esperábamos es que todos los aficionados se bajasen del autobús a la vez. Yo lo primero que hice fue irme rápido para el coche porque allí estaban mi mujer y mi niña y no quería que a ellas les pasara nada ni que estuvieran allí. Cuando nos íbamos a ir, todos se fueron hacia la verja y la cerraron y yo no podía ni mover el coche, así que lo del acelerón es mentira, hay que borrarlo de la versión porque es imposible. Tato sí pudo salir pero Tato no hizo nada, no aceleró y, además, entre otras cosas no conducía él, lo hacia su mujer".
"A mí -sigue matizando-, me tiraron patadas y botellas, menos mal que ya estaba dentro del coche, a Lucas le partieron la luna trasera con un pedrusco enorme con él y con Marcos dentro y le lanzaron otra a la luna delantera, que si se la parten mejor no pensar en qué hubiese pasado y a Ruz le hicieron igual y también estaba dentro de su vehículo con Iago. Luego hubo otro grupo que al menos quiso hablar pero casi llega a las manos. Esto no es cosa de tres o cuatro, es de muchos más. Además, cuando llegamos a la altura de la Venta Esteban había un coche delante del autobús para hacernos perder tiempo y que su autocar llegase junto al nuestro.
Bajo su punto de vista, el ataque fue "premeditado, no me cabe duda. No oí sus conversaciones pero eso fue así en el momento que se dieron cuenta de que podíamos coincidir los dos autocares, no creo que lo prepararan en Huelva pero sí premeditado sobre la marcha". Y especialmente duro se mostró a la hora de afirmar que "estos seguidores para mí representaban al Xerez pero yo ya los saco y esto no se olvida, es duro".
También aclaró que "no puedo identificar a ningún seguidor en concreto porque mi coche lo rodearon varios, hemos puesto denuncia pero sin nombres, no los sé. Estos hechos vandálicos hay que denunciarlos".
Bruno eso sí no duda a la hora de afirmar que "yo entiendo el enfado de la afición está claro, es normal pero jamás la violencia. Estamos en una situación que creo que este club y este equipo no se merece, no nos merecemos estar ahí por lo que hemos hecho hasta el momento. La situación es la que es y no queda otra que arrimar el hombro y sacar esto adelante con mucho más trabajo".
A la hora de hablar del futuro, advierte que "nos hemos reunido, nos hemos dicho la cosas a la cara y esto hay que sacarlo adelante con trabajo y haciendo piña, nosotros somos los que tenemos que sacar esto adelante".
Por último, habló del Almería, rival al que considera "complicado, pero es uno más de la categoría y podemos ganar, estamos capacitados. Iremos a muerte porque necesitamos los puntos. No podemos cometer tantos errores, eso es lo que nos está metiendo ahí abajo. Estamos buscando la reacción y no llega. Hay momentos en el partido en el que nos falta concentración y se nos van los puntos, todo es cuestión de cabeza".
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