Las lágrimas de los jugadores del Xerez al final del encuentro fueron más que significativas. Los azulinos son conscientes de que las opciones de permanencia se les agotan y que están cerca del descenso a Primera Andaluza, con todo lo que eso puede conllevar para el futuro de una entidad a la deriva.

Los xerecistas lloraron de rabia por la derrota y de impotencia ante la enésima nefasta actuación arbitral. Vamos, que da la impresión que la famosa teoría de la conspiración que desde el principio de temporada mantenían Ricardo García y Puma tiene visos de tener algo de cierta. De otro modo, no se entiende tanto error. Los árbitros son malos y se suelen equivocar pero en el caso del Deportivo llueve sobre mojado y siempre siempre se equivocan del mismo lado.

Los jóvenes azulinos, que terminaron con nueve, lo dieron todo, se dejaron el alma y la afición se lo supo premiar. Les despidió con una de las mayores ovaciones de la temporada y con gritos de ánimo.

Lo de Antonio Santiago Blanco fue para enmarcar. No dio una a derechas, se tragó dos penaltis, una roja a Iván Ares y, al parecer, hasta uno de sus asistentes se atrevió a poner vestidos de limpio a los aficionados azulinos que se encontraban en la zona de los banquillos porque le increparon por las decisiones que estaba tomando. Lo nunca visto, los gorriones que le tiran chinitas a las escopetas, que diría Don Jorge Valdano.

El colegiado, de todos modos, se mueve como pez en el agua en los partidos polémicos porque el de ayer ni fue el primero ni, para desgracia de los equipos que lo sufran será el último.

Hace un par de temporadas ya protagonizó un hecho cuanto menos singular. Denunció al Cádiz B por presuntamente pagarle con un billete falso de 100 euros. Ayer, no denunció falta de pago, pero sí que se había lanzado una lata al terreno de juego, cuando la lata, totalmente doblada, ya estaba en el terreno de juego y rodaba por el viento.

A los azulinos ya les había dirigido esta temporada en una oportunidad, fue en su empate ante el San Juan y ya sabían como se las gasta. Allí lograron empatar pero Capi acabó expulsado y se quejaron amargamente por un par de jugadas polémicas que condicionaron el resultado.

Al margen de la polémica arbitral, esta semana se presenta movida en el plano deportivo. La continuidad de Paco Higuera al frente de la primera plantilla está en el aire y se espera la documentación del delantero Luiz Fernando y de Todor, aunque la del central serbio es complicado que llegue tan rápido.

El equipo azulino ha cumplido una vuelta sin ganar y el entrenador cacereño no conoce el triunfo desde que se hizo cargo de la plantilla el pasado mes de diciembre. Durante la jornada de hoy están previstas varias reuniones para tomar una decisión al respecto.

Claro que a falta de siete jornadas para el final, sin un euro y tal y como está el panorama, tampoco hay mucho que decidir...