Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Xerezcd-balompédica lebrijana

La puntilla la pone un ex (1-3)

  • Juanito Benítez, verdugo de un cuadro azulino que termina con nueve y 'machacado' otra vez por una actuación arbitral calamitosa Tras la 10ª derrota seguida, el descenso a un paso

El Xerez no tiene remedio. Su caída libre no tiene freno y, salvo que en los despachos le devuelvan a Segunda División B en verano, la próxima temporada jugará en Primera Andaluza si es que sus constantes vitales le permiten seguir respirando, que vivir es otra cosa bien distinta.

 

El Deportivo encadenó su décima derrota consecutiva -la pasada semana sumó los tres puntos sin jugar por la retirada del Ayamonte- ante la Lebrijana en un partido con un final demasiado cruel para el trabajo y el comportamiento que los jóvenes azulinos tuvieron sobre el terreno de juego. Desolación, lágrimas e impotencia ante el nuevo revés.

 

Los xerecistas terminaron con nueve un encuentro marcado por el nefasto arbitraje de Antonio Santiago Blanco, un trencilla que dio todo un recital de lo que no es un buen colegiado. Por no tener, no tuvo ni mano izquierda al final del encuentro, cuando descontó cuatro minutos y con 1-3 apuró al máximo. Esos minutos denominados de la basura pudieron costar caros a unos y otros, ya totalmente desquiciados y más pendientes de darse 'cera' que de jugar... Demostró que sentido común tiene más bien poco.

El onubense no dio una a derechas y perjudicó de forma notable al más débil. A los nueve minutos expulsó a Ismael por unas manos dentro de área  en lo que supuso el primer tanto de Juanito Benítez y cuatro minutos más tarde le perdonó la vida a Juande, que hizo un claro penalti a Jesús que convirtió Nico en el 1-1. El medio xerecista se quedaba solo ante Ares cuando fue zancadilleado pero la roja no apareció.

 

Remando contra corriente, el Xerez no se hundió como en otras oportunidades, dispuesto a tirar de épica para aferrarse a sus escasas opciones de permanencia, aunque con demasiadas imprecisiones atrás, que permitieron a los sevillanos poner en apuros a un titubeante Jairo.

 

El meta azulino se lució ante Juanito Benítez superada la media hora y Morlán, que entró por Figueroa, lesionado a los veinte minutos, tuvo el 2-1 pero su disparo cruzado rozó el poste de la meta del también exxerecista Iván Ares.

 

 Y, claro, como siempre suele suceder. Cuando se perdona... Un minuto después (43'), Juanito Benítez pedía perdón a la grada por segunda vez al conseguir el 1-2 en un despiste de la zaga.

 

Con diez, la segunda parte se auguraba dura y más que complicada. Pero, el Xerez quiso hacer buena la teoría de Helenio Herrera de que con diez se juega mejor que con once. 

 

Con más empuje que su rival, entró más fuerte y motivado y a los 53 minutos, el árbitro le escamoteó un claro penalti por agarrón a Nico. El jerezano casi pierde la camiseta pero en el reglamento particular de Santiago Blanco la acción no era de pena máxima.

 

El Deportivo lo siguió intentando y Morlán acarició el empate a la hora de juego pero Iván Ares metió lo justo la mano para despejar el balón.

 

Poco después llegó la gota que colmó el vaso de la paciencia de técnicos, jugadores y aficionados azulinos. La acción más esperpéntica y polémica del choque se produjo en el minuto 64. Nico e Iván Ares saltan por un balón dividido casi en la frontal del área en una acción en la que el meta hace falta al jugador azulino, el árbitro deja seguir, el balón llega a Alberto, abrazado literalmente por Ares, y el árbitro para sorpresa de unos y otro en lugar de señalar penalti decreta falta de Nico al portero en la primera acción. La tensión y los nervios se desataron y Morlán e Higuera acabaron expulsados.

 

Con nueve, el Deportivo se quedó demasiado tocado como para poder seguir luchando contra el rival y las adversidades y pasó lo que tenía que pasar, llegó el 1-3 en una contra, otra vez con la firma de Juanito Benítez.

 

Faltan siete jornadas para el final de Liga, aunque a los azulinos le quedan ocho por el encuentro aplazado ante el Cabecense, pero en el cielo sólo aparecen negros nubarrones.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios