Un minuto de silencio y noventa de pachanga

Partido fácil, como se esperaba, una victoria más y una jornada menos. La afición respondió -casi catorce mil xerecistas en Chapín- pero el partido no. Desangelado y falto de intensidad, el mejor filial de España -el único en la Liga Adelante- pero el peor colista de las últimas temporadas no exigió al Deportivo y Esteban pudo hacer varios guiños con la alineación y las rotaciones.

La tarde empezó y acabó con festejos: para empezar, el juvenil B de Pachi Mancilla recibió su merecido homenaje por su ascenso -ya van dos en el club, los dos juveniles y dicen que no hay dos sin tres- y los chavales tuvieron el detalle de salir con 'Va por tí, Iván' en las camisetas como homenaje póstumo al hijo del entrenador. Luego, lluvia de papelillos para saludar la salida al campo del Deportivo y un minuto de silencio en memoria del padre de Silva, de la abuela de Asier y de Rafael Maraver -más vale tarde que nunca-, ex consejero xerecista y por encima de todo hombre de cantera. El Fondo Sur vitoreó a Silva mientras sus compañeros le abrazaban y luego aplaudió el primero del Alicante. La tarde prometía.

Carlos Calvo acaparó la atención de la grada, algo más apagada que en otras tardes, más expectante y menos participativa; por supuesto, menos bullanguera. Pouga metió el miedo en el cuerpo a más de uno con un empalme a bocajarro que provocó algunos pitos, transformados dos minutos después en algarabía al cazar SúperMario una asistencia de lujo de Mendoza tirándose en plancha. Más fiesta. Luego de hacer lo más difícil, un recorte de Momo y un disparo fuera de Bermejo tras asistencia de Chema cerraron la primera mitad.

En el descanso, Onda Jerez entrevistaba a la familia de Pedro Ríos; una fila más abajo y separados por siete asientos, Perico y Jose Vega, dos jerezanos y xerecistas que darían lo que fuera por ascender con el Deportivo a Primera.

En la segunda, la salida de Brian Sarmiento, Viqueira y Antoñito a calentar animó el cotarro mientras la pachanga continuaba en el césped en el partido contra el filial, casi como el de los jueves. El segundo, de Luque, despejó cualquier duda. Intercambio de cánticos entre Fondos y tiempo de homenajes: a Bermejo y a Antoñito -'Qué bonito, qué bonito, son los goles de Antoñito'-, luego a Viqueira -la mayor ovación de la tarde fue para el retorno del Mago- y a Brian Sarmiento.

Guiños por todos lados y fin de fiesta con cánticos de 'Que bote Chapín', un paradón de Chema para poder puntuarle y epílogo con 'Sí, sí, sí, lo vamos a conseguir'.