A medio gas y sin brillantez

Práctico Mario Bermejo y Luque dan al Deportivo una nueva victoria que le mantiene líder en un flojo partido Sólido Los azulinos concluyen la jornada con seis puntos de ventaja sobre el cuarto

A medio gas y sin brillantez
A medio gas y sin brillantez
Fran Pereira / Jerez

27 de abril 2009 - 05:02

'Y todo a media luz/que es un brujo el amor/a media luz los besos/a media luz los dos'. La letra del clásico tango de Carlos Gardel resume muy a las claras lo que fue el partido de ayer, un duelo en el que el Xerez se limitó a cumplir con el guión, ganar, y de paso no hacer excesiva sangre en un adversario, con el que institucionalmente se lleva bien, y que ayer mismo consumó su descenso matemático. Fue a media luz y sin encender la lámpara del gas, ya que en ningún momento necesitó apretar el interruptor para superar a su enemigo. Misión cumplida, que diría alguno, pero a costa de aburrir hasta la saciedad a la afición, que viendo el nivel del rival esperaba algún que otro destello de talento que sirviera para salir del muermo general. Pero nada.

Posiblemente, tal y como avisó el técnico durante la semana, la motivación en un partido de esta índole no es la misma, y el jugador, pese a las advertencias generalizadas, no afronta el mismo igual de mentalizado. De cualquier forma, tampoco Esteban contribuyó a ello, pues optó por una alineación excesivamente defensiva para tan poco contrincante. Está bien respetar siempre al contrario, pero sin olvidarse de la realidad.

El malagueño, hombre de ideas fijas, no quiso modificar el dibujo que tantos éxitos le ha dado últimamente y cubrió la baja de Bergantiños dando entrada a Luque. La apuesta daba consistencia a la zona ancha, demasiada quizá teniendo en cuenta la fragilidad del Sevilla Atlético, pero dejaba totalmente desamparada la parte de arriba, donde Mario Bermejo, otra de las novedades, era un islote entre camisetas rojas. Tanto es así que cada vez que el cántabro recibía, se topaba con los cuatro zagueros y los dos pivotes, es decir, una utopía a la hora de crear alguna ocasión.

Con este panorama, el Deportivo pronto se adueñó del balón ante un filial que esperaba agazapado en su campo esperando alguna cabalgada de José Carlos y Pouga, los dos jugadores más activos. Las únicas aproximaciones con cierto peligro salieron de las botas de Abel Gómez, entonado en los primeros veinte minutos.

El sevillano estrenó el casillero de los tiros a puerta a los nueve minutos al rematar alto un centro de Momo, continuó con un disparo seco raso que detuvo Vargas tras acción personal de Carlos Calvo (12') y culminó su carta de presentación con una falta directa a los veinte minutos que salió rozando el palo izquierdo del meta visitante.

A partir de ahí el partido se atascó. El centro del campo, pese a contar con creadores como Luque y el propio Abel, era incapaz de trenzar una jugada, y ver la luz entre la maraña de jugadores que el filial agolpaba en la medular se antojaba complicado, una circunstancia que obligaba una y otra vez a buscar el pelotazo largo por parte de los centrales. Juego directo inusual en el Xerez y cuyo rendimiento era cero.

Entretanto, el filial crecía sobre el césped, muy lentamente y con mucho miedo, pero lo hacía. La ocasión más clara para el Sevilla Atlético en todo el partido se la guisó Pouga. El camerunés recibió desde la izquierda, controló con el pecho dentro del área deshaciéndose de Crespí y cuando tenía todo a su favor mandó el balón al lateral de la red.

El aviso espoleó a los azulinos que dos minutos después abrirían el marcador. Mendoza centró con precisión desde la izquierda y Bermejo (cómo lucha este jugador) se lanzó en plancha. Golazo digno de gran ariete.

El gol rompió el partido, toda vez que el Sevilla Atlético se desarmó por completo y el equipo empezó a dejar lagunas en defensa. En una de esas, Momo pudo hacer el segundo (42'), pero su intencionado disparo lo detuvo Vargas.

La segunda mitad arrancó de la misma manera, o sea, con un Xerez jugando a medio gas y haciendo lo justo. Eso sí, Esteban había dado órdenes de acabar pronto con el partido y así fue porque a los siete minutos Luque, tras pase con Abel y con algo de fortuna en el rechace, se internó en el área y cruzó ante Vargas con la izquierda haciendo su primer gol de la temporada. El cordobés descargaba así parte de su presión, y es que al mediocentro le falta confianza en todo lo que hace, se cree poco o nada cada pase que da, pese a que voluntad le sobra. La oportunidad de Esteban y el premio del gol deben servirle para crecer en este último tramo de Liga.

Con el 2-0 y todo hecho, el partido fue un tostón. Sólo algunas pinceladas de Antoñito, al que el técnico le 'regaló' media hora, levantaron al público de sus asientos. En su primera aparición pudo hacer el tercero, si bien su buena combinación con Francis la remató alto (64'). Cuatro minutos después de nuevo el hispalense pudo marcar, pero su tiro se topó con Vargas.

Esteban aprovechó para reinsertar a Viqueira, aclamado por el público, y contentar a Sarmiento, y ambos gozaron de dos buenas oportunidades para ampliar el marcador. El argentino recibió de Abel y solo ante Vargas no supo resolver, y el gallego envió rozando el larguero una falta en la frontal. Ya en el descuento, José Carlos (de lo más destacado del cuadro nervionense junto a Cordero, y eso que jugó poco) probó a Chema con un zurdazo al que respondió con hechuras el alicantino.

Lo mejor, la victoria y sobre todo la jornada, ya que el Xerez distancia ya al cuarto, ahora el Hércules tras la derrota del Rayo Vallecano, en seis puntos más el gol -average.

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