El oficio gana a la bisoñez (2-4)

Xerez Cd-ad alcorcón · la crónica

El Deportivo tropieza ante un cuadro alfarero acertado arriba y que tira del 'manual Bordalás' para llevarse los tres puntos. Los xerecistas ponen punto final a su racha de siete jornadas sin perder

El oficio gana a la bisoñez (2-4)
El oficio gana a la bisoñez (2-4)
M. Romero / Jerez

26 de noviembre 2012 - 05:02

Un equipo vestido de amarillo tuvo que ser. El Xerez vio frenada ayer su racha de siete encuentros consecutivos sin conocer la derrota ante el Alcorcón, un conjunto serio, muy trabajado, bien plantado sobre el terreno de juego y que interpreta a las mil maravillas el manual de Bordalás. En ese manual, el otro fútbol tiene varios capítulos con muchas páginas y ahí el entrenador alicantino se mueve como pez en el agua. Lo llevó a su máxima expresión en el Elche y le dio resultado y ahora lo está poniendo en práctica en el equipo madrileño con el mismo nivel de éxito. Tiene a su equipo en puestos de fase de ascenso a Primera.

Los futbolistas que están a las órdenes de Bordalás saben que tienen que ser intensos, duros, competitivos e ir al límite del reglamento. Claro que eso tiene sus matices porque depende con el colegiado con el que te encuentres, igual acabas con once como ayer, que con nueve como el Xerez el día de Lugo.

El Alcorcón sacó máximo provecho a sus armas, mandó, templó, se adelantó en el marcador, perdió tiempo y no desaprovechó ninguno de los errores atrás de los azulinos. Así, el triunfo estaba casi garantizado. De todos modos, no fue tan fácil como indica el marcador. Sufrió y bastante.

El último empate en el Gran Canaria ante Las Palmas, daba licencia a Esteban Vigo para repetir once y el técnico malagueño dio la oportunidad a los jugadores que tan bien lo hicieron la pasada jornada para intentar repetir en Chapín ante un incómodo rival. Los mismos futbolistas salieron con ganas de agradar y de seguir alargando la racha. Tras un par de avisos sin consecuencias del Xerez, el Alcorcón avisó a los doce minutos con su primera jugada combinada, en la que Camille no acertó a superar a Chema porque el meta azulino estuvo rápido.

La réplica xerecista llegó cuatro minutos después, con una falta lateral lanzada por Marcos que Redondo remató de cabeza fuera por poco. En el minuto 24, una falta en la frontal del área de Babin sobre Tato, que se escapaba solo, la lanzó Álvaro Rey y Manu Fernández se lució para tocar lo justo la pelota .

Y en pleno carrusel de oportunidades, Marcos tuvo la más clara (27'). Le cayó un balón casi en el área pequeña y su tiro se estrelló en el palo.

El Alcorcón, mientras, seguía un poco a lo suyo, presionando muy arriba, casi en la línea de tres cuartos, intentando robar un balón y montar un contra para hacer daño a un Deportivo con ganas pero espeso, fallón atrás y sin demasiada velocidad a la hora de mover la pelota.

Bordalás lo tenía muy claro y repitió el guión que la pasada semana estuvo a punto de darle resultado ante el Elche. Vigilancia máxima sobre Rueda (Abraham) y Tato (Babin) y paciencia. Esa táctica le dio resultado cuando más apretaban los locales. Superada la media hora, Oriol Riera, completamente solo, cabeceó un centro de Fernando Sales y batió a Chema.

El partido se puso como al técnico rival más le gusta, la intensidad subió y el juego al límite del reglamento comenzó a aparecer. De los últimos diez minutos de la primera parte se jugaron menos de la mitad.

Y nada más arrancar el segundo periodo, el Alcorcón perdonó el 0-2 (49'). Un despiste de Iago lo aprovechó Oriol Riera para ponerle un balón de oro a Fernando Sales, que solo ante Chema quiso ajustar y el lanzamiento se le marchó junto al palo.

Y como en el fútbol el que perdona, lo paga. En el 53, Álvaro Rey puso las tablas en una bonita acción personal. Peleó un balón que venía de una acción de Mendoza, le robó el balón a Sergio Mora y batió a Manu.

Y cuando el partido parecía más favorable a los azulinos, que lograron lo más complicado, empatar, llegó el 1-2. Abraham le robó un balón en la parcela ancha a Álvaro Rey, se sacó un buen pase a la espalda de la defensa y Fernando Sales, con una gran diagonal, batió a Chema en su salida. El balón entró con suspense porque Iago Bouzón estuvo a punto de sacarlo.

A la hora de juego, los xerecistas pidieron de forma insistente manos de Laguardia dentro del área pero el colegiado no quiso saber nada y dos minutos después, la roja para Camille por una acción en la que mereció la segunda amarilla.

Con un encuentro ya de ida y vuelta, Rueda tuvo el empate (66'). Maldonado centró al área y el cabezazo impecable del centrocampista lo sacó con el pie y suerte Manu.

A partir de ese momento, la ansiedad comenzó a hacer mella en los azulinos y en el público, que la tomó y con razón con uno de esos árbitros desconcertantes, capaces de lo peor y de muy pocas cosas buenas. De hecho, en más de una acción los alfareros merecieron amarilla pero se las debió dejar olvidadas en el vestuario...

Los de Esteban, con las pulsaciones arriba y sin saber parar el juego después de todo lo conseguido, la tuvieron otra vez en el minuto 75. Una buena jugada de Maldonado terminó con un centro desde la derecha de Raúl Cámara al que Adrián no llegó por milímetro.

Pero sí llegó Maldonado dos más tarde, para empujar totalmente solo una buena jugada de Adrián Ruiz para poner el empate a dos en un partido de intensidad y de emoción máxima. Chapín recuperaba el espíritu de las grandes tardes de remontadas.

Tan de ida y vuelta era el encuentro, que en el 80, el Alcorcón hizo el 2-3 en una jugada de carambola. Chema despejó de forma espectacular un remate de Oriol Riera, el pelotazo le pegó en la rodilla a Jesús Mendoza y entró...

Ya, en el tiempo de descuento y con un Xerez a la desesperada, llegó el 2-4 definitivo en otra contra... Demasiado esfuerzo para una derrota tan abultada. Los xerecistas pagaron caro el no saber empatar cuando tenían muy difícil ganar.

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