"Me voy orgulloso de retirarme en un club grande y con la conciencia tranquila"

Gerard Autet dijo ayer adiós al Xerez Deportivo por segunda vez en su carrera y en esta oportunidad de forma definitiva. Se acabó. Cuelga las botas, cambia el balón por los banquillos. Las lesiones han podido con él.

A partir de ahora, el catalán será segundo entrenador del Maccabi de Tel Aviv. Trabajará junto a su gran amigo Óscar García, que ha asumido el reto de dirigir al conjunto israelita para mantenerlo en primera línea.

El central xerecista, que incluso ya ha viajado a Tel Aviv para conocer las instalaciones y el lugar en el que vivirá, quiso marcharse de la entidad azulina mostrando su decepción por poner punto y final a su trayectoria como jugador, su ilusión por comenzar una nueva etapa como técnico, agradeciendo a todo el mundo el trato recibido y 'haciendo campaña' en favor de su Emilio Viqueira y Vicente Moreno, a los que les une una gran amistad desde su primer etapa en el Deportivo.

Autet, que tuvo que tirar de chuleta para no olvidar nada de lo que quería decir, confesó que "me siento un poco viejo para hablar de retirada pero a la vez tremendamente joven porque afronto un nuevo reto con mucha ilusión. Para mí, es un orgullo y una satisfacción retirarme en un club grande como el Xerez después de haber pasado un año complicado con mi lesión. Es difícil seguir jugando y entrenando en estas condiciones. Además tengo muchas inquietudes y quiero comenzar a formarme como entrenador".

Gerard destacó en su rueda de prensa lo agradecido que se marcha "al club, a Emilio y a Vicente por la confianza que me dieron para volver y por la ayuda que me han prestado ahora para que todos los trámites se puedan agilizar y pueda comenzar una nueva etapa. El club se ha portado muy bien conmigo y yo he intentado hacerlo con ellos, he perdonado alguna cantidad pero me voy tranquilo por el trabajo hecho, aunque me hubiese gustado rendir muchísimo más. Las lesiones lo han impedido. Me voy fastidiado, pero el reto es bonito, me seduce ayudar a Óscar en el Maccabi. Es una gran oportunidad para comenzar a aprender, para crecer como técnico y para seguir ligado al fútbol, que es lo mío, no sé hacer otra cosa".

La afición también tuvo mención especial a la hora de su adiós: "A todos nuestros seguidores, simplemente gracias. Me he sentido muy querido y apoyado. Además, tengo que agradecer a la afición la paciencia que ha tenido a pesar de no haber podido rendir a buen nivel en estos dos años, siempre la llevaré en el corazón. La ciudad forma parte de mi carrera y lo único que puedo decir es hasta pronto".

El central desveló que la decisión de retirarse le resultó "dura y complicada" y que la tenía tomada "desde hace dos o tres meses. Comencé un tratamiento agresivo para recuperar lo mejor posible el tendón de Aquiles con factores de crecimiento, no funcionó, no podía entrenar, no podía luchar por jugar... Así, era totalmente imposible".

"Me siento mal porque no he podido estar a la altura de lo que esperaban de mí Emilio y Vicente pero esto es el fútbol. Me considero un luchador nato pero llega un momento en el que tienes que tomar una decisión. Estaba encantado de venir aquí y no ha podido ser. Aún así, me voy con la conciencia tranquila porque no he podido hacer más", admite un resignado Gerard.

De su segundo paso por la entidad se queda "con todas las cosas buenas porque soy optimista en todo momento. Me llevo muchos amigos de aquí, tanto de fuera del fútbol como de la plantilla y del club. Estarán dentro de mi entorno por muy lejos que me vaya. Me considero aventurero, quiero manejarme bien con el inglés y todo me llega en buen momento".

Además, recuerda que "he pasado momentos muy difíciles aquí. El año pasado fue más tranquilo, pero siempre hay jaleos y seguro que eso lo echaré de menos. Yo tengo mi opinión personal de todo esto y no me importa lo que la gente piense. Creo que el club está en muy buenas manos con Emilio y con Vicente y si alguien quiere recoger el consejo y hacerme caso ahí queda. En esta entidad hay muchos problemas institucionales que no dependen de nosotros y eso marca bastante. Pienso que hay gente que ha hecho muchas cosas importantes por el club a la que no se les ha valorado y lo mismo es el momento de dar un golpe sobre la mesa y de cambiar la dinámica, igual es el momento de comenzar a valorar a esas personas".

Sobre su futuro en Israel junto a Óscar García desvela que "como he comentado antes, tengo una ilusión enorme por crecer como técnico y pocas cosas me podían surgir justo cuando estoy dejando mi carrera. Voy a aprender a entrenar, a llevar a un grupo, a poner en práctica todo lo que he vivido como futbolista. Todo será muy diferente pero es un reto que afronto con ganas".

Relata que cuando Óscar le llamó para "ofrecerme todo esto, la decisión de mi retirada estaba ya tomada. Eso sí, esta oportunidad me ha surgido antes de lo que pensaba pero me siento preparado para el reto. Me lo pensé un poco al principio por el país, por la forma de vida, pero voy a un club de Primera, que va a jugar competición europea y que va a intentar entrar en Champions. Es un reto enorme, no podía decir que no".

Viqueira, director deportivo xerecista, acompañó al catalán en su última comparecencia ante los medios y no dudó a la hora de agradecer a Gerard su comportamiento. El gallego destacó que "por nuestra parte, también tenemos que agradecer a Gerard todos los gestos que ha tenido con la entidad. Está muy jodido por estos dos años porque es un gran profesional y una gran persona, que le hubiese gustado dar mucho más. Le deseamos lo mejor. Sabe que aquí tiene su casa para cuando quiera".