El Xerez regresa en menos de un mes por segunda vez al Nou Estadi para medirse al Nástic. Ahora, todo es diferente y la competición, también. En la segunda ronda de Copa del Rey, los azulinos dejaron en la cuneta a los catalanes al vencer por 1-2. La situación entonces no era fácil para ellos, ya que llegaban tras caer en casa goleados ante el Cartagena en su estreno liguero, pero superaron con nota la prueba.

Los xerecistas lo tienen casi todo a favor en esta oportunidad. Los nervios y la presión son para el equipo tarraconense y los de Javi López, más que nunca, pueden jugar sus armas con la tranquilidad que les otorgan los buenos resultados de las últimas jornadas y su posición en la tabla.

Aún así, el Deportivo se encuentra ante una prueba de madurez complicada. Lleva tres jornadas consecutivas ganando, en las que ha experimentado una notable mejoría, acentuada por la tranquilidad de las victorias y se vuelve a ver con un Nástic algo distinto.

Si el Xerez cae en el error de que todo le va a resultar tan fácil como en la Copa, puede que los de Javi López tengan problemas para sacar adelante este nuevo compromiso, pero si saltan al terreno de juego como lo hicieron en Córdoba o ante el Tenerife tendrán mucho ganado ante un rival marcado por la desesperación de haber sumado sólo tres puntitos hasta el momento, los que consiguió en casa frente al Girona en un encuentro un tanto extraño y en el que su rival terminó con nueve jugadores.

El Deportivo, sin hacer ruido, se va asomando a la zona noble de la tabla después de un comienzo titubeante y ahora puede presentar sus credenciales para luchar por una de las plazas que permiten soñar al final de temporada.

El once titular, después de tres victorias consecutivas, no parece que vaya a presentar la más mínima novedad y mucho menos teniendo en cuenta el buen rendimiento que ofreció el equipo la pasada semana en Chapín ante un Tenerife en plena crisis pero con una de las mejores plantillas de la categoría.

Lledó lleva tres jornadas con su portería a cero y volverá a ser titular, con Redondo, Vicente Moreno, Lombán y Jesús Mendoza en defensa.

En el centro del campo, el entrenador xerecista parece haber encontrado el equilibrio con Rafa Barber y Cordero, que serán los encargados de llevar la manija del juego, con Pablo Redondo, que va a más, en la banda derecha y Capi, por la izquierda.

José Mari, una pesadilla para las defensas desde que reapareció, y Mario Bermejo serán los estiletes ofensivos para tratar de superar al equipo de un Luis César Sampedro en apuros. El punta sevillano se medirá por primera vez a sus ex, ya que en el encuentro de Copa se encontraba lesionado y ni siquiera pudo viajar.

Mientras , en el Nástic todo son dudas, aunque esperan romper el maleficio de cara a la portería contraria y de paso recuperar la tranquilidad, tras haber perdido los tres últimos partidos sin haber marcado un sólo gol.

El conjunto dirigido por Luis César se ha mostrado hasta ahora sólido y ha desarrollado un juego convincente, pero el gran problema ha sido la falta de pegada que ha mostrado el equipo, muy blando en los últimos metros. Con esto y pese a estar en la jornada seis, las urgencias empiezan a aparecer. Una nueva derrota podría encender las alarmas de una forma definitiva.

Por eso, la plantilla catalana se ha concienciado de la importancia del choque ante el Xerez, aunque también se ha asegurado que no existen nervios.

Luis César podría realizar cambios en el equipo. Morán podría recuperar la titularidad, mientras que en la línea defensiva también podría entrar Sergio Díaz. En punta, con la baja de Rubén Navarro, lesionado, podría estar de salida el joven Eloy Gila.