Aparte del Numancia y la presión por acabar con una racha que dura ya seis jornadas, el Deportivo se topará el próximo sábado con un inconveniente más, el terreno de juego de Chapín. El césped, que fue resembrado justo después del encuentro ante el Almería, no atraviesa su mejor momento de ahí que en el seno del cuerpo técnico y el plantel se haya levantado cierta preopación por el asunto.

Como es habitual, los operarios del Ayuntamiento echaron las pertinentes semillas y arena al campo, algo que junto con la lluvia caída hace unos días, han provocado que la hierba haya empezado a asomar por muchas zonas. Sin embargo, para completar todo este proceso sería necesario dejar el césped al menos una semana más sin pisar para que la citada hierba, tras ser cortada, experimentase un crecimiento mayor. Al no poder esperar, el estado del terreno no va a ser el más idóneo este sábado (sobre todo porque habrá más tierra de la cuenta), por lo que ayer jugadores y técnicos no pararon de inspeccionar su situación pensando en lo que se avecina, principalmente porque en caso de lluvia estos días el estado puede ser aún peor.

Pero el tema de los campos no sólo afecta al primer equipo. Ayer, el filial de Juan Carlos Núñez tuvo que suspender el entrenamiento tras la negativa de Medioambiente a ejercitarse, primero en La Juventud (también resembrado recientemente) y posteriormente en el anexo. Juan Pedro Ramos, responsable de la cantera, aseguraba que "seguimos con las mismas carencias y así es difícil trabajar. Esto no debe ser una excusa pero con los pocos medios que tenemos es complicado hacer las cosas bien".