Con tiempo para rectificar

Cumplido el primer tercio de la competición, el equipo azulino sólo destaca en una faceta: defensivamente a domicilio · En casa encaja más del doble que fuera pero el déficit más grave es en ataque, el segundo peor del grupo

Con tiempo para rectificar
Con tiempo para rectificar
D. Lamparero

25 de noviembre 2011 - 07:24

Catorce partidos, un tercio de esta larguísima Liga Adelante, se han consumido ya. Siete en casa y siete fuera para examinar trayectorias, analizar rendimientos, estudiar comportamientos y rectificar, que todavía se está a tiempo para enderezar el rumbo con veintiocho jornadas por delante para completar las cuarenta y dos fechas de competición.

Eso es precisamente lo mejor del Xerez en este primer tercio del curso liguero, que queda tiempo para rectificar y el margen de mejora es muy amplio.

Como los números no mienten, este análisis del primer tercio de la competencia se basa en las cifras acumuladas por el Deportivo, que cierra estos catorce primeros partidos con la alarma roja encendida -aunque desde el club se quiera vender cierta tranquilidad y total apoyo y confianza en el cuerpo técnico y los futbolistas- a dos puntos de la zona de descenso, acumulando nada menos que ocho jornadas sin ganar y con la continuidad de Juan Merino en el alero.

defensa

peor en casa que fuera

El Xerez es el noveno equipo que menos goles encaja, buena nota que sin duda ha de agradecer a su consistencia atrás a domicilio y es que lejos de Chapín el equipo azulino tan sólo ha encajado cinco goles, todos en derrotas: 2-1 en Córdoba y Valladolid y 1-0 en Elche.

Dato curioso es que al Xerez le hacen más goles en Chapín (11) que fuera (5), pero no es el único ya que otros ocho equipos de la categoría defienden mejor como visitantes que como locales: Almería (6 en casa y 5 fuera), Córdoba (7 y 3), Elche (8 y 7), Murcia (9 y 6), Barcelona B (12 y 6), Recreativo (9 y 8), Villarreal B (16 y 11) y Nástic (10 y 9).

Además, hay otros tres con balance igualado:bien Hércules (3 y 3) y Valladolid (7 y 7) y mal el Huesca (13 y 13).

Si la fortaleza del Deportivo a domicilio está acreditada con los cuatro partidos en los que no encajó goles (victorias en Alcorcón y Alcoy y empates en Murcia y Las Palmas), en Chapín el entramado defensivo azulino deja mucho que desear con once goles encajados en siete partidos. Peor aún, sólo en un partido en casa fue capaz el Xerez de dejar su portería a cero, pero no le sirvió para sumar tres puntos (Nástic).

Curiosamente, los dos partidos en los que el equipo de Merino mejor ha jugado -contra Celta y Sabadell- son en los que más goles ha recibido: tres los gallegos y dos los catalanes. Igual que los arlequinados, Guadalajara y Numancia también hicieron doblete en Chapín, en ambos casos con el premio del triunfo, el de los sorianos su primera victoria a domicilio del curso liguero para añadir sal a la herida azulina.

En la zaga, Raúl Cámara, Lombán, Robusté y Mendoza forman el cuarteto más utilizado por Merino, con Doblas en la portería el doble de veces que Chema. La que se presumía una defensa de garantías está siendo un coladero en Chapín por fallos propios puntuales, y es que los despistes -no muchos pero sí graves-se están pagando muy caros además de generar desconfianza y raro es el día que los dos centrales completan un partido sin errores; al contrario, parece que se contagian desconfianza uno al otro. Y a todo esto, el centro del campo ayuda poco a tapar y cubrir huecos y a corregir fallos de posición. Por lo pronto, en Las Palmas hubo ajustes defensivos y después de seis jornadas encajando goles, la portería quedó a cero. Es un primer paso, porque en tiempos de crisis -y este lo es para el Xerez-, los equipos se construyen desde atrás hacia adelante.

ataque

números rojos

Si en defensa el Xerez es el doctor Jeckyll a domicilio y Mister Hyde en Chapín, en ataque nada libra del suspenso a los de Merino, que no salen ni a un gol por partido (12 dianas en 14 jornadas) y forman el segundo peor ataque de la categoría tan sólo mejor que el Cartagena... de Javi López.

En Chapín, además, el Deportivo ha sido tremendamente irregular, ya que ha marcado en cuatro partidos pero en tres se ha quedado sin anotar. El mal balance provoca que la afición azulina sólo haya visto un triunfo (2-1 frente al Girona) y apenas haya celebrado ocho goles en siete partidos. Poco, muy poco.

Curiosamente, el Xerez ha sabido rentabilizar en este primer tercio de Liga mucho mejor sus goles fuera que en casa: a domicilio ha anotado la mitad (4) que en Chapín pero le han bastado para sumar dos victorias y más puntos (8) que como local (6).

Las lesiones y las rotaciones han variado el dibujo y las alineaciones del Deportivo de medio campo para arriba. Tal y como deja entrever Merino, hay tres hombres que son fijos si están en condiciones:José Mari, Capi y Rueda. Alrededor suya se han ido alineando preferentemente Bruno en el eje, Israel en una banda y Pablo Redondo en la otra. Los demás, saliendo desde el banquillo o con titularidad esporádica, jugadores que aparecen y desaparecen: Rafa Barber, Óscar Díaz o Tato son buenos ejemplos.

Y es que el gol está caro en el Xerez: en seis de los catorce partidos de este primer tercio de la competición, el Xerez no ha sido capaz de marcar -tres en casa y tres fuera-. Eso sí, los azulinos reparten los tiempos de sus goles: han marcado dos por cada cuarto de hora de los partidos.

En la tabla de anotadores, el sempiterno José Mari sigue siendo el máximo goleador del Deportivo, aunque con tan sólo tres dianas, y su último gol lo anotó en la jornada 6 -quinto partido de Liga por el aplazamiento de la primera jornada con el Sabadell- contra el Córdoba. Sin duda, cualquier comparación con la anterior temporada es desafortunada para el sevillano, que parece lejos de su mejor forma. Viqueira y Merino se han dado cuenta -¿Quién no?- y han tenido alguna charla con el que debe ser la referencia del equipo dentro y fuera del terreno de juego.

Los demás goles del Deportivo se los reparten, a uno por barba, Robusté, Lombán, Capi, Pablo Redondo, Rueda, Tato e Íñigo Vélez. Curiosamente y tras José Mari, el mejor goleador xerecista es Oier, futbolista del Celta que se hizo dos en propia puerta en Chapín. Para reír por no llorar.

A nadie se escapa que en la lista de artilleros deberían aparecer algunos centrocampistas con mejores cifras y sobre todo los delanteros con más goles para evitar que todo el peso ofensivo recaiga exclusivamente sobre José Mari, que además está lejos de las cifras de la pasada temporada, cuando a estas alturas de la competición ya había celebrado siete dianas. En este sentido, Tato parece que apunta aunque no culmina y lo de Íñigo Vélez es motivo de estudio: tiene tanta voluntad como falta de acierto y va por los mismos pasos que Rafa Barber: parece capaz de poner nerviosa a la grada con sólo salir a calentar.

En el fútbol mandan los goles y la escasa producción de los azulinos provoca la racha de ocho partidos seguidos sin conocer la victoria, palabras mayores al tratarse de un tercio de Liga.

banquillo

merino, en la cuerda floja

Las dos victorias seguidas a domicilio (Alcorcón y Alcoyano) paliaron los fiascos en Chapín hasta la séptima jornada -sexto partido por el aplazamiento del primer choque liguero-, cuando el Deportivo sumó su primera -y hasta ahora única- victoria en Chapín. En esas jornadas, el Xerez rozaba los puestos de promoción y más o menos se mantenía en posiciones acordes a lo esperado.

Pero tras vencer al Girona (2-1), el Deportivo inició la cuesta abajo y desde entonces no ha vuelto a ganar. El buen juego contra el Celta y el Sabadell amortiguó la caída del Xerez y la merma del crédito de Merino, pero el equipo volvió a las andadas en Chapín contra el Almería de Lucas Alcaraz (0-1) y la gota que colmó el vaso fue caer en Chapín ante un Numancia que no sabía lo que era ganar a domicilio.

A Merino también le han perjudicado varios episodios en su gestión del vestuario: cambios poco antes del descanso, cambios poco después del descanso, empecinamiento en alinear a determinados jugadores (Pablo Redondo) y en no dar continuidad en las oportunidades a otros, alternativa a futbolistas que se quejan públicamente o lo hacen sus representantes (Capdevila) y ostracismo a otros por no tener el consenso de la grada (Barber).

Está claro que estos capítulos no pasarían de ser anécdotas si el Xerez llevase tres o cuatro victorias más, pero independientemente de los resultados son hechos a que apuntan al nerviosismo de un entrenador novato, sin tablas, y que se sabe en la cuerda floja. Y la experiencia quizás sea más necesaria para manejarse en los malos momentos...

Otro apunte: en la rueda de prensa previa al Numancia, Merino prometió que no echaría la culpa al nefasto estado del campo, justo lo primero que hizo al sentarse en la sala de prensa de Chapín tras el 1-2. Eso sí, también ese día volvió a alabar públicamente a sus jugadores pese a que el partido fue un desastre por parte azulina...

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