Monólogo en la 2ª mitad (5-0)

El Xerez Deportivo Fútbol Club suma y sigue. El líder continúa intratable y da igual que juegue fuera o como local. Pleno de victorias, once de once y una jornada más con su portería a cero.

Los azulinos le hicieron una manita en su ansiado regreso a Chapín a un San Fernando B que aguantó el tipo y dio la cara en la primera parte. A los de Carlos Orúe les costó abrir la lata pero en cuanto se soltaron y dejaron a un lado tanto la precipitación como la tensión y las ganas de agradar a un lado ya todo les resultó mucho fácil.

Aún así, el inicio del encuentro no lo fue. El equipo de Kiko Prieto, muy bien plantado, ordenado, con jugadores muy jóvenes, perfectos físicamente y peligrosos a la contra, no se lo puso fácil a un Xerez DFC que siempre llevó el control, que tocó el balón como a Orúe le gusta y que creó oportunidades pero que no estuvo fino en la finalización ni a la hora del último pase decisivo.

Tan aseado fue el trabajo de los visitantes de salida, que el combinado jerezano no pudo romper las tablas hasta el minuto 35, cuando César Corrales aprovechó un buen servicio de Barba para picar la pelota a un Gonzalo que dudó en su salida. El tanto ya fue festejado por el Kolectivo, que por entonces ya había accedido al estadio.

Antes del tanto, varias acciones de peligro en las botas de Barba, Guille y César que no encontraron la recompensa de un gol esperado con mucha ansiedad por la grada.

La segunda parte arrancó con dos goles anulados, uno a cada equipo, al considerar el colegiado que hubo fuera de juego en las dos acciones, con los locales dispuestos a sentenciar y los isleños a empatar un partido que comenzaba a ponérseles cuesta arriba.

Pero pronto el cuadro de Carlos Orúe tomó el mando, dejó claro que el segundo periodo sería un monólogo y comenzó su asedio sobre la portería del filial, primero defendida por Gonzalo y más tarde por Alejandro.

El entrenador azulino sacó del terreno de juego a Barba y apostó por Biri buscando la velocidad por la banda que le había faltado en los primeros cuarenta y cinco minutos para romper a la defensa isleña. De este modo, dejaba claro que no quería la más mínima sorpresa y sí sentenciar cuanto antes.

Orihuela (56') probó fortuna con un buen lanzamiento desde dentro del área que terminó en las manos del portero. Y justo después, una internada de Biri por la banda, a los dos minutos de entrar (57'), desequilibró el encuentro. El buen centro del atacante lo desvió al fondo de su propia portería el defensa Álvaro en su intento de despejar el balón antes de que Guille, completamente solo y bien colocado en el segundo palo, anotase.

El tercer gol no se hizo esperar. Lolo Garrido agarró un balón en la frontal y lo colocó lejos del alcance de Gonzalo (59') y el cuarto, tampoco. El ariete Guille, que cada jornada suele citarse con el gol, esta vez no falló. Resolvió bien dentro del área después de revolverse con soltura (62').

El partido, en apenas cinco minutos, se había roto y se le había puesto totalmente de cara a un cuadro xerecista que había sufrido más de lo previsto, aunque las acciones de ataque de los isleños nunca llegaron a inquietar al meta Edu Villegas lo suficiente como para anotar.

El Xerez DFC, por entonces, ya con los cambios realizados y también con Dani Pendín sobre el verde, disfrutaba sobre el césped, algo blando pero que aguantó bien, y hacía disfrutar a los suyos, aunque los últimos diez minutos del encuentro se vieron empañados por la incomprensible expulsión de Pedro Herrera con tarjeta roja directa y otras decisiones de un colegiado que no agradaron para nada a una parroquia muy enojada.

El delantero tuvo que tomar el camino de los vestuarios por una patada a un contrario que sólo apreció el árbitro y el visitante Lolo también se marchó por doble amarilla.

Ya, sobre la campana, y después de buscar el doblete con ganas durante todo el choque, llegó el quinto gol del encuentro, obra de César. Era la guinda a un partido con dos partes totalmente diferentes y una diferencia abismal entre los dos equipos, pese a las ganas y el ímpetu del joven conjunto isleño

Ahora, sin tiempo para disfrutar del regreso a Chapín, de la goleada ni mucho menos para descansar, el Tarifa mañana.