Los ecos de la batalla campal que se vivió en la noche del viernes en los exteriores de Chapín por el enfrentamiento entre aficionados radicales del Xerez DFC y del Sevilla Atlético con la Policía Nacional aún no se han apagado. Los reproches entre las partes continúan y ambas ofrecen versiones encontradas.

Un aficionado herido por atropello que necesitó acudir al hospital, un detenido, varios identificados -según fuentes policiales-, graves destrozos en los establecimientos cercanos al estadio y en el mobiliario urbano y daños importantes en varios coches de la Policía Nacional es el balance de unos incidentes tan graves como condenables.

El detonante real de la trifulca, según las Fuerzas del Orden, fue el comportamiento inadecuado de varios integrantes de los Biris Norte, que terminaron siendo expulsados del estadio y terminaron en un bar fuera del campo.  

Mientras, el Xerez DFC ha emitido una nueva nota en la que da por zanjada la polémica del retraso a la hora de acceder a Chapín de sus seguidores y socios de Preferencia y en la que explica que la Policía no le permitió abrir más puertas: "Desde el Xerez FC queremos realizar la siguiente comunicación oficial con el fin de dar por zanjada la polémica por la ralentización del acceso de aficionados a la grada de Preferencia este pasado viernes.

Antes del encuentro amistoso ante el Sevilla Atlético, el club tenía prevista la apertura de dos puertas a dicha grada. Sin embargo, la Policía Nacional nos comunica, como garante máxima de la seguridad en el estadio, que sólo se abriría una puerta de acceso, dándole prioridad a los aficionados sevillistas, a los que además registró uno a uno antes de acceder al recinto.

Tal y como desde el club se ha venido insistiendo, esa ha sido la razón ajena a nuestra responsabilidad que motivó el retraso en la entrada al campo de nuestros aficionados, a los que reiteramos nuestras disculpas".