Fútbol · División de honor

Se agrava la crisis (1-0)

  • Pendín, más al filo del alambre que nunca tras la nueva derrota del Xerez Deportivo FC, esta vez en El Rosal ante el filial cadista El tercero está a 8 puntos y el segundo a 9

El Xerez DFC continúa inmerso en una crisis de resultados que ayer vivió un nuevo episodio adverso con la derrota en El Rosal frente al Cádiz B (1-0). El equipo azulino opuso resistencia y ganas aunque fueron insuficientes para arañar algo en la ciudad deportiva cadista. La situación de Dani Pendín, técnico xerecista, es complicada después de haber sumado sólo un triunfo en los últimos siete encuentros.

El entrenador del Xerez Deportivo FC presentó en el campo 1 de El Rosal un once con algunas novedades, como la presencia del ex cadista Álvaro Ramírez en el lateral izquierdo, adelantado su posición en esa banda Benítez. Además, en la zona ancha Copero y Enrique Rivas ocupaban la zona central, esperando su lugar en el banquillo el indiscutible Orihuela, mientras que Javi Tamayo era una de las referencias ofensivas.

Los primeros minutos de respeto y de pugna por hacerse con la posesión del esférico se tradujeron en una preocupante falta de oportunidades de gol y en excesivos balonazos de unos y otros, lo que con las rachas de viento reinantes no ayudaba a que se viera un encuentro bonito. Con el empuje de cadistas y xerecistas aún por definir, llegó el minuto 11 con un remate casi de espalda de Barba que se escapó claramente fuera, así como el 18', cuando una contra amarilla acabó con el mano a mano de Pejiño que sacó bien el veterano Edu Villegas.

El descanso se arrimaba con minutos de juego en cada campo pero siempre lejos de las áreas. Por ello hubo que esperar al 36' para ver algo interesante en la local, pues otro ex cadista, Carlos Cuenca, la tuvo ante Álex Lázaro pero le faltó fuerza en su remate. La primera mitad se acabó sin nada más interesante a pesar del oficio y la entrega de ambos contendientes en cada acción.

El segundo periodo comenzó animado al labrarse en los primeros instantes el que sería a la postre el gol decisivo del encuentro. Pejiño lideró una acción vertical por la banda izquierda hasta que encontró a Weiss, quien desde el borde del área se quitó de encima a su par antes de soltar un lanzamiento raso que se fue junto al poste contrario al que se había lanzado Edu Villegas.

Dani Pendín, ahogado por las circunstancias y con el marcador en contra, movió el banquillo para dar entrada a Guille y Orihuela, buscando presencia en la medular y dinamita en ataque. Lo cierto es que no lo logró porque el dominio infructuoso de los xerecistas apenas contaba con llegadas a las inmediaciones de Álex Lázaro. Sólo Javi Tamayo mostró la cara adecuada en las diferentes posiciones en las que se movió buscando oxigenar al resto del equipo. Sin embargo, el mayor peligro y la posibilidad de empatar llegó en el minuto 94; primero en un chut lejano de Orihuela que despejó el portero cadista, y a la salida del córner Javi Tamayo remató alto con el pie cuando lo tenía todo a su favor.

El descuento de ocho minutos no cambió el marcador a pesar del empuje con más corazón que cabeza de los xerecistas, que apretaban pero sin crear ya más oportunidades mientras agonizaban desesperados por una derrota dolorosa que agrava su mal momento. Cuando el colegiado decretó el final del partido, algunos jugadores de uno y otro equipo tuvieron un leve pique que se resolvió cuando el sentido común regresó a un derbi intenso pero que resultó deportivo.

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