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Jerez

En Tempul empezó todo

  • La gestión del agua en Jerez ha ido adaptándose a los tiempos desde que en el siglo XIX se dieran los primeros pasos · Fue en 1869 cuando la ciudad disfrutó, por primera vez, de un abastecimiento 'moderno'

El cambio de modelo de gestión del agua en Jerez, propuesto por el gobierno de PP como medida para conseguir liquidez, ha puesto en 'pie de guerra' a colectivos sociales y oposición que se han unido en una plataforma para rechazar esta propuesta que, según dicen, perjudicará a la calidad del servicio y provocará una subida de las tarifas. Precisamente para rebatir los argumentos del gobierno, IU (que forma parte de la plataforma contra la privatización) presentó en pleno una enmienda para exigir que el servicio sea prestado, como hasta ahora, por una empresa municipal. Para ello, ha presentado un completo informe en el que se incluyen, entre otras cosas, la historia del agua en Jerez haciéndose eco de los datos recogidos en 'Ajemsa, 125 Aniversario'; 'Ajemsa, Memorias y Documentos'; 'Ajemsa, Cuentas Anuales'; Informe Comité de Empresa de Ajemsa 2004; Informe del Defensor de la Ciudadanía 2004; y Propuesta de IU para un Plan de Viabilidad Económico y Funcional del Ayuntamiento, así como de otras informaciones. En estos documentos se explica parte de la historia del agua en Jerez que, de breve manera, se puede resumir así:

antecedentes

A mediados del siglo XIX el agua tenía un precio de un real por carga (cada carga equivalía a unos sesenta litros). Si tenemos en cuenta lo que ganaba un jornalero en esta época (800 reales al año) y el consumo medio que podía hacer una familia de cinco miembros (20 litros diarios), el desembolso por este concepto alcanzaría casi el quince por ciento de su jornal. Evidentemente, el agua en Jerez, era cara. El Ayuntamiento solía proporcionar agua gratis de las fuentes de su propiedad, siempre que los presupuestos municipales así lo permitieran. Por el contrario, éstas se arrendaban a los particulares cuando era necesario las cargas del Cabildo. Así ocurrió con la de la Alcubilla en 1837, para desespero de vecinos que se veían despojados de la gratuidad del agua. Los arrendadores, o propietarios de las fuentes y pozos, pertenecían a las grandes familias jerezanas. El agua, por lo tanto, estaba en manos de aquellos que detentaban el poder económico; dándose una relación directa entre clase dominante y control del preciado liquido.

primeros pasos

El 3 de mayo de 1860 Ignacio Méndez de Vigo, Gobernador Civil de la Provincia, presentó en el Cabildo de Jerez un proyecto de reglamento orgánico para formar una sociedad con el objetivo de abastecer de agua potable a la ciudad. No obstante, no fue hasta el 5 de junio de 1863 cuando se obtuvo la concesión de las aguas públicas del manantial de Tempul para el uso previsto, iniciándose las obras en el mes de septiembre de 1866. Con motivo de la crisis del metal acaecida en aquella época y de no poder pagar, consecuentemente, el Ayuntamiento el dividendo de las acciones emitidas para la financiación de las obras, se suspendieron éstas, no reanudándose hasta varios años más tarde (junio de 1868). El 21 de junio de 1869, se terminaron las obras de construcción del acueducto.

Un 16 de julio de 1869, Rafael Rivero, presidente de la Sociedad Anónima de Abastecimiento de Aguas Potables de Jerez de la Frontera, abrió el "grifo" que dio paso al torrente de agua que arribó por vez primera del manantial del Tempul a la ciudad de Jerez. Con él llegó un enorme caudal de ilusiones y expectativas que se traducen en 138 años de una historia al servicio de Jerez. Una historia que comenzó años atrás cuando se percibe la necesidad imperiosa de abastecer de agua potable a sus habitantes, dada la escasez de recursos con la que se abastecía a la población jerezana de aquella época.

La culminación de una obra de 48 kilómetros, cuyo fin era el de conducir las aguas del Tempul a la ciudad de Jerez, marcó la diferencia entre lo que años atrás era un sueño y lo que el 23 de junio de 1869 era ya una realidad tangible.

la municipalización

La persistente crisis del panorama financiero del marco de jerezano repercutía de forma directa en la empresa, y a pesar de la subida del precio del agua un 10% recogida en el nuevo reglamento de mayo de 1917, la cuenta de resultados sólo reflejó una leve mejoría. Esta situación persistió durante los años 20. Un estudio comparativo realizado en 1936, por la Casa Consistorial entre las empresas de aguas de Cádiz y Jerez, puso de manifiesto la necesidad de revertir sobre el Ayuntamiento la gestión del abastecimiento, así como la cesión voluntaria de las participaciones de los accionistas.

Las ofertas fueron el precio de las acciones presentadas por el Consejo y la Comisión de la Sociedad, pero no fueron aceptadas por el Consistorio, quien valoró éstas en un 60% de su valor nominal. La empresa vio improcedente esta tasación y calificó esta operación como una expropiación forzosa.

En sesión extraordinaria celebrada por el Ayuntamiento, pleno del día 18 de enero de 1938, siendo alcalde Juan del Junco y Reyes, se acordó por unanimidad, proceder a la municipalización del Servicio de Aguas Potables de Jerez, con monopolio acogiéndose a la Orden del Gobierno General del Estado de fecha 7 de enero de 1938, adoptando también el acuerdo de dar conocimiento inmediato a la Sociedad Anónima de abastecimiento de aguas potables para la expropiación de la parte de bienes y derechos de esa empresa, que no era propiedad de la Corporación. Asimismo, se acuerda el nombramiento de una Comisión que redactase la Memoria y el proyecto de la precipitada municipalización.

Empresa municipal

En 1981 el Ayuntamiento se decidió convertir el servicio municipalizado de aguas en una sociedad anónima municipal. Así el 16 de septiembre se aprueba la propuesta que fija en 500 acciones de un valor nominal de un millón de pesetas cada una, es decir, 500 millones de pesetas, el capital social de la sociedad. Siendo su objeto social inicial la realización de todas aquellas actividades encaminadas a la gestión y administración del ciclo integral del agua en la ciudad de Jerez y en su término municipal, con destino a usos domésticos, industriales o urbanos de cualquier tipo, desde la regulación de los recursos hidráulicos necesarios hasta el vertido de las aguas residuales al cauce público.

Más de una década después, en 1994, el Ayuntamiento amplió el objeto social de Ajemsa para prestar, en forma de gestión directa, la recogida, tratamiento y aprovechamiento de residuos sólidos urbanos. El nuevo servicio comenzó en 1995 con la gestión material de la recogida de residuos sólidos urbanos, pero prestándose este primer año de forma gratuita para los usuarios debido a que, en años anteriores, el Ayuntamiento había suprimido la tasa de basura, sustituyéndola por un incremento en base del impuesto de contribución urbana que no se modificó.

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