Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

las cosas que pasan

David Fernández

La ambición castigada

PILAR Sánchez y Pedro Pacheco están que se salen, por la puerta falsa de la política. Y lo lamentable no es sólo la imagen que proyectan con su cruzada particular, es que arrastran con sus tripas y su odio la de toda una ciudad. Ambos tendrán que responder finalmente por su gestión en los tribunales, acusados de delitos varios y muy feos, es lo que tiene la venganza. Pacheco no se lo puso fácil ni a María José García-Pelayo, en 2003, ni a Sánchez, en 2005, tras perder la alcaldía y ceder el bastón de mando a ambas, pero la actual alcaldesa reaccionó de forma bien diferente. No practicó la revancha más que en las urnas. Sánchez, que tragó muchos más sapos, lo llevó al terreno personal y, cuando ya no lo necesitó para gobernar, lo denunció por dos posibles casos de enchufismo. La réplica del andalucista fue hacer lo mismo, pero por muchos más casos. Ambos se conocían bien y, al final, la juez que instruye el 'caso de los asesores' ha dictado que los dos abusaron de su poder, con lo que su ambición se ha visto castigada. La Fiscalía pide para Pacheco 17 años -han leído bien, 17- por lo que Sánchez no debe andar muy tranquila, a la espera del escrito de acusación en su caso. Amargo destino para ambos, que recuerdan en parte el cuento de los dos abuelos que envidiaban a sus vecinos. Siempre ansiaron mayor riqueza y un buen día un genio les concedió tres deseos: ahí empezó su pesadilla. A la abuela, mientras celebraba su suerte y sin darse cuenta, se le antojó una morcilla al olor de la cocina de la vecina de enfrente y ahí que se la sirvieron al instante. Su marido le reprendió con dureza. '¡Se te tendría que pegar a la nariz!, ¿no te das cuenta de que has malgastado un deseo?', le recriminó. Al instante, la morcilla se pegó a la nariz de su esposa y ya sólo les quedaba a ambos un deseo. Por más que él le insistió en que pidiera todo el oro del mundo, para vivir tranquilamente, su mujer sólo quería recuperar su aspecto normal, y ambos, a la postre, se quedaron como estaban. Pacheco y Sánchez no tendrán tanta suerte porque han llegado demasiado lejos. Cuantas más veces diga él que está tranquilo, más preocupado se le supondrá. Y peor imagen ha ofrecido ella al saberse procesada por dos delitos, cuando ha obviado su condición de exalcaldesa, que es aún la líder de su partido y que el escándalo ha salpicado a sus compañeros imputados -a los que ninguneó siempre, incapaz de liderar un equipo-. Únicamente ha subrayado que la causa contra su marido -el ex jefe de su gabinete- ha sido archivada. Olvida que su partido, al margen de la justicia, le pidió que lo apartara del poder y le obligó a rebajarle el sueldo cuando se lo subió. En fin, que dos alcaldes de tu ciudad acaben con una morcilla pegada a la nariz sería decepcionante, pero a este paso ni un genio les librará de ello.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios