Baile

Bailando al son de lo interior

Manuel Liñán, con el mantón, en un momento de 'Baile de autor'.

La simbología del tres, llena de misticismos y deidades, mitos y leyendas, sirve a Manuel Liñán para sustentar su última creación. Los tres pilares del flamenco, el baile, el toque y el cante, mantienen en vilo al espectador de principio a fin durante algo más de hora y cuarto en una propuesta intimista, minimalista pero eso sí, dotada de una profundidad y un planteamiento acertado. El bailaor granadino utiliza los recursos de luz y una simple escenografía para convencer, por si había alguien que no lo estaba, de que es una persona con algo distinto cuando se sube a un escenario.

Así discurre 'Baile de autor', un proceso creativo que nace justo antes de abrazar al sueño, en ese estado onírico en el que nuestra mente, a veces consciente y otras ya no, rebusca en imágenes, historias y pensamientos. Ese momento espiritual, de soledad, en el que la imaginación alcanza cotas inimaginables. Sobre esa base, Manuel Liñán navega junto a dos compañeros de viaje, David Carpio y Manuel Valencia, el cante y el toque, dos compañeros a los que obliga y exige hasta forzarlos a extremos casi impensables para ellos si echamos la vista atrás, ya no sólo a nivel interpretativo, sino también a nivel escénico, que ya es decir. Pero he ahí la grandeza de este artista granadino, que no sólo es capaz de volar y bailar como los ángeles cuando se pone a ello, sino que es especialista en exprimir y sacar lo mejor de sí de quienes se acercan a él, y de mantener la tensión y la incertidumbre en el espectador. Con eso, simplemente con eso, se ganó ayer al público de Villamarta, entregado y en pie a su nueva propuesta.

En esa fantasía soñadora, Liñán camina sobre bases sólidas, sobre zapateados, malagueñas, tangos, soleares, bulerías, cantiñas y romeras pero también, cuando siente la necesidad como autor, sacia su sed creadora bailando sobre el agua, regenerándose una y mil veces hasta conseguir su objetivo. Todo a través de transiciones limpias y sencillas.

A veces se basta de su propio cuerpo para sobrevivir a su baile interior, otras utiliza un simple juego de sillas para taconear y exhibirse a lo grande, y otras tantas para mostrar sus dos lados, el masculino y el femenino. En éste último volvió a recurrir a la bata de cola para bailar por cantiñas y romeras, algo que ya utilizó en 'Reversible'. Sin cortapisas que le indiquen qué hacer, Manuel eligió lo que le gusta, y ya se sabe, con bata y mantón no baila, vuela. Otra cosa es que el recurso comience a ser repetitivo dentro de sus espectáculos.

En medio, dos colosos, David y Manuel. David Carpio no encuentra límites en su capacidad interpretativa y ayer volvió a demostrar (sobre todo para los que todavía no le otorgan el respeto que merece) que, como Liñán, está en un momento dulce. Lo reventó en los cantes de fragua, por tangos (a los que introdujo letras de marianas), haciendo la malagueña del Pena o ejecutando con limpieza cantiñas y romeras y la exquisita soleá de Triana. Su registro es tan amplio que hasta se acercó al cuplé por bulerías (Tres puñales) rebajando esa energía y fiereza habitual, y a la canción-balada con la que remató el espectáculo. Una maravilla.

No quedó detrás Manuel, novato en esto de moverse e interactuar por el escenario. Se le vio a gusto en su nueva faceta, y cuando hubo que tirar de instrumento estuvo espléndido, llenando la escena con esa guitarra colorista, a veces clásica y otras actual. Lo bordó por seguiriyas y soleá, y demostró su crecimiento como profesional tocando pa bailar como si llevase toda la vida haciéndolo. Fueron dos apéndices ideales a la inventiva de un artista, Manuel Liñán, que nuevamente volvió a convencer.

BaileBaile de autor

Baile, dirección y coreografía: Manuel Liñán. Cante: David Carpio. Guitarra: Manuel Valencia. Diseño de iluminación: Olga García. Sonido: Kike Cabañas. Diseño de espacio sonoro: Héctor González. Diseño de vestuario y escenografía: Felype de Lima. Realización de vestuario: Gabi Besa. Fotografía y diseño: MarcosGpunto. Producción ejecutiva: Ana Carrasco. Asistente de producción: Eva Marcelo. Distribución: Peineta Producciones. Día: 24 de febrero de 2018. Lugar: Teatro Villamarta. Aforo: Lleno.

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