Programación Guía de la Feria de Jerez 2024

Análisis

Juan Salido Freyre Miembro de número de la Cátedra de Flamencologia

Fiesta de la Bulería, una fiesta popular

Es indudable que después de cincuenta años de su primera edición, la Fiesta de la Bulería puede y debe considerarse en Jerez una fiesta popular, una fiesta del pueblo y para disfrute del pueblo. Y hoy, añadiríamos, enfocada a un público global, que subraye la imagen de marca del flamenco de Jerez y potencie la industria del flamenco como factor de crecimiento de la economía jerezana.

La profesora cubana de la Universidad de Guantánamo, Yousy Baby-Ramírez, en su documentado estudio sobre: 'Las fiestas populares tradicionales, reflejo de la identidad cultural de las comunidades', nos ilustra muy académicamente sobre el meollo de las mismas y, en este sentido, nos dice que estas fiestas tan universales: "constituyen un suceso de obligada mirada en el tiempo y una visión integral catalizadora de las expresiones identitarias. Reflejan un resumen de los elementos socioculturales que son reflejo de una época y son un escenario ideal para estudiar la cultura integralmente concebida y vinculada a sucesos de la vida cotidiana de los hombres. Además, los conduce a una salida de esa cotidianidad. Las fiestas populares expresan huellas del tejido social que representan y cuyos intereses simbolizan y constituyen reflejo de la identidad cultural de un pueblo".

Ciertamente, es una definición atinada de los argumentos fundamentales que la Fiesta de la Bulería tiene, especialmente si se ha mantenido en el tiempo, como es el caso, y cuyas bodas de oro celebramos en este 2017. Por otra parte, no me cabe la menor duda que aquellos jerezanos, capitaneados por un entusiasta Juan de la Plata, allá por el año 1967, fueron, quizás sin saberlo, promotores e impulsores de una fiesta representativa, por auténtica, de la cultura popular jerezana, la cultura de la sangre, como ya dijera Federico García Lorca.

Con motivo del Manifiesto conmemorativo de la proclamación por la Unesco del Flamenco como Patrimonio de la Humanidad, que tuve el honor de pronunciar en noviembre de 2015 y respecto a nuestra tradicional Fiesta de la Bulería, tras comentar el cartel de los artistas que actuaron, con un éxito extraordinario recogido en la prensa de la época, señalé: "Ese cartel, razón fundamental del acierto artístico y de público, es el espejo donde mirar cara al futuro. Todo lo que no sea ofrecer un cartel de primerísima categoría que atraiga por su propio arrastre popular a miles de aficionados -como ha sido constatable durante muchos años-, es remar contra corriente y no enterarse por dónde camina hoy día este formato de fiesta popular".

Baste decir que en el segundo nivel actuaron, entre otros, los siguientes artistas: Tío Borrico, Tío Parrilla, Paco Laberinto, Diamante Negro, José Vargas 'El Mono', Tía Juana la del Pipa, El Pili y Eduardo Méndez y a la guitarra, Juan y Manuel Parrilla y Pedro Peña. De cabecera de cartel actuaron: Fernanda y Bernarda de Utrera, Antonio Nuñez 'Chocolate' y el baile de Trini España.

Ni que decir tiene que estoy pensando en una fiesta de un solo día, diseñada para un aforo entre 7.000/10.000 personas y que fuera el faro anual que iluminara el panorama flamenco y de la bulería en particular, en su triple vertiente del cante, baile y toque.

En ese modelo de Fiesta de la Bulería, promocionada por responsables públicos y patrocinios privados de nuestra ciudad estaría, en mi opinión, una significativa parte del éxito de la imagen de marca de un Jerez, capital del flamenco en el mundo. Cuánto se agradecería ver en el cartel de este año, conmemorativo de los cincuenta años de su nacimiento, a José Mercé, Tomasa La Macanita, Jesús Méndez, Vicente Soto, José de la Tomasa, Capullo de Jerez…

Posiblemente se cumpliría, con creces, lo que señalábamos en palabras de la profesora Baby-Ramírez: "Las fiestas populares expresan huellas del tejido social que representan".

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