Se está demostrando como una verdadera escuela política: "Lo primero es gritar, insultar, actuar de forma inconsciente, asegúrate de que tus barrabasadas llegan al mayor número de orejas posible y después recoge los frutos". Sólo así es posible entender que un individuo como Donald Trump haya alcanzada la Casa Blanca. Que un ser humano cabal sea capaz de decir que podría matar a tiros a cualquiera en la Quinta Avenida y resultar electo parecía un disparate mayúsculo, pero se ha confirmado que no, que era una estrategia aberrante. Y ahí lo tenemos. Cada país tiene sus mosntruos, nosotros también, personas que son capaces de todo por captar el voto, gentes capaces de nos discernir entre la pérdida de un ser humano y su vida política. Fue lo que sucedió ayer en el Congreso de los Diputados en un espectáculo tan lamentable como grotesco. Trump, por lo menos, está sabiendo rectificar, cualidad que dicen es de sabios. Aquí pueden esperar ustedes con los brazos cruzados. Cuando el odio se cruza en el camino, al menos en España, no hay nada que hacer.