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Desde mi córner

Luis Carlos Peris

En el adiós triste de un fenómeno

El fútbol nunca llorará lo bastante que el mejor ariete de la historia se haya tenido que ir prematuramente

FERNANDO Peralta se queja con razón de que el mundo mundial lo conozca más por aquel gol que le hizo Ronaldo en el compostelano San Lázaro que por una trayectoria de casi tres lustros en la elite. Corría el otoño de 1996, día del Pilar por cierto, y llegaba a San Lázaro el Barça de Bobby Robson, de Figo, Guardiola, Stoitchkov, Vitor Baia y nuestro hombre, Ronaldo. Bueno, perdón, que también estaba en aquel Barça, aunque en labores secundarias, un traductor que con el tiempo iba a batir todos los registros a la hora de rentabilizar sus numerosos éxitos, el portugués José Mourinho, en la actualidad Mou para sus hagiógrafos.

Aquel Compostela-Barça que tan a fuego se grabó en la vida y en la memoria de Fernando fue televisado en abierto, que era como se televisaba entonces todo lo televisable, y el mundo contempló absorto cómo un fornido mulato destrozaba todas las leyes físicas para ir dejando rivales en el camino hasta culminar su prodigioso slalom con la pelota en la jaula del enemigo. Ya llevaba un par de meses Ronaldo haciendo estragos con la camiseta blaugrana, pero fue esa noche del Pilar, noche lóbrega muy habitual en el otoño de la Galicia profunda, cuando entró de golpe y porrazo en el corazón de todas los que amamos este bello juego de tantísimo predicamento.

Creo que como Ronaldo no hubo jamás un ariete parecido. Mortal en el mano a mano con el portero, pasaba que rara era la tarde en que no se quedaba dos o tres veces a solas con él. Aquella temporada 96-97, que fue la primera en que las televisiones empezaron a dar cantidades desorbitadas, no le sirvieron al Barça los 34 goles de Ronaldo para ganar la Liga, que se llevó el Madrid de Capello. A final de campaña se fue al Inter y llegaron las lesiones en unas rodillas que impidieron que el gran Ronaldo pudiese seguir embobando al personal. Es día luctuoso para el fútbol éste en que Ronaldo anuncia su retirada y ahora se agrandará su leyenda... y la de Fernando.

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