La ley del flamenco, a expensas del Plan Estratégico
El mundo del flamenco pide "consenso" para un proyecto con demasiadas incógnitas y que va a necesitar un profundo análisis
Después de varias décadas de espera, la futura ley de flamenco en Andalucía ha superado su primer trámite en el Parlamento. Treinta y cinco artículos comprenden esta normativa, que cuando sea aprobada definitivamente tendrá por delante 18 meses para plantear lo más complicado de la misma, su plan de actuación.
La nueva ley se presenta sin partida presupuestaria y aporta pocas novedades, al menos de momento, si bien es cierto que sólo el hecho de ponerla en marcha ya es un logro para este arte, un universo complejo y siempre envuelto en riñas y enfrentamientos.
Es más, desde la oposición, como desgranó de forma certera el pasado miércoles en el Parlamento el socialista Rafael Recio, entienden que esta nueva legislación "no es más que un acopio de todo lo realizado durante años".
Ahora toca bombear sangre a su corazón con la realización del Plan General Estratégico del Flamenco, un plan que tendrá una vigencia de seis años prorrogables por periodos anuales hasta un máximo de cuatro anualidades. Queda pues lo más difícil sobre todo teniendo en cuenta que, de un tiempo a esta parte, el flamenco en Andalucía es, metafóricamente hablando, como esos grandes latifundios de antaño, es decir, está dominado por unos cuantos desde hace años, dejando para el resto un minifundio cada vez menos cultivable.
Pocas novedades
Dentro de las pocas novedades que incluye el texto legislativo encontramos la creación de un Registro Andaluz de Flamenco que puede venir muy bien para censar los distintos escalafones del arte jondo.
Sin embargo, no queda claro cómo se va a articular dicha ley dentro de la educación en Andalucía, sin lugar a dudas, la principal preocupación de muchos centros educativos de cara a su implantación y la clave para comprobar si su puesta en funcionamiento servirá o no para algo.
Hasta ahora el flamenco se ha acercado a los centros, especialmente colegios e institutos, merced a la labor altruista de muchos docentes, cuyas inquietudes profesionales han servido para que muchos de ellos sean, hoy por hoy, un ejemplo y modelo a seguir. Por eso mismo, la formación al profesorado deberá ser uno de los grandes pilares del plan estratégico si no queremos dejar que la futura ley mantenga a éste como materia extracurricular.
En ese ámbito, los artistas se presentan como un elemento "fundamental". Así lo reconoce Pedro María Peña, guitarrista y presidente de la Asociación Cultural Flamenca Siglo XXI. El músico lebrijano defiende por encima de todo "el papel de los artistas" y se muestra esperanzado en que sean ellos los que, de alguna forma, "aportemos nuestro granito de arena a la hora de incluir el flamenco en el sistema educativo. Creo que para un niño puede ser más efectivo una charla de una hora de Pepe Habichuela, Carmen Linares, Vicente Amigo o Tomatito que otra cosa".
Además, y de cara al nuevo plan estratégico aboga por el "consenso" en su puesta en marcha. "Igual que la Junta ha tenido en cuenta las alegaciones que presentamos en su día porque era una contradicción que los artistas no aparecieran en el capítulo de las definiciones, en este aspecto pasa igual", asegura.
Del mismo modo, espera que la constitución del denominado Consejo Asesor, que tendrá un papel importante dentro de la nueva ley, "cuente con un porcentaje mayor de artistas".
Para Francisco Perujo, coordinador del Máster Interuniversitario de Investigación y Análisis del Flamenco, la nueva ley "es una buena noticia para el flamenco y una oportunidad para él", y coincide en que lo importante "es que se apruebe con el mayor consenso posible entre artistas, programadores, aficionados, peñas...".
Además, entiende que la legislación "no debe pivotar solamente en la Consejería de Cultura, sino en otras consejerías: Industria, Turismo, Empleo y sobre todo Educación", pues en su opinión "lo importante no es llevar el flamenco a los centros, sino incluirlo en el currículo". A su juicio, "el Plan estratégico debe involucrar a toda la administración de la Junta".
Perujo destaca además, centrándose en el ámbito universitario, que debe ser misión principal "incorporar el flamenco como materia a los títulos de grados y posgrados de las universidades andaluzas", al igual que "promover nuevas titulaciones como estudios musicológicos centrados en el flamenco e incluso títulos específicos".
Mucho más directo es Fernando González Caballo, gestor cultural, antropólogo y ex webmaster del portal flamencoradio.com, quien admite que la futura ley es, de momento, "una ley de la época ilustrada, es decir, todo para el flamenco pero sin los flamencos".
Asimismo, se pregunta "cuál es el presupuesto con el que se va contar" y sobre todo "cuál va a ser la propuesta para llevar el flamenco a las aulas, porque de momento no hay nada". A su entender, "hay que contar más con los artistas, que van a ser los grandes perjudicados. No hay nada más que comprobar la programación de la televisión pública andaluza donde la presencia del flamenco es mínima. Si la ley va a tener ese mismo enfoque, mal vamos".
Dentro del capítulo docente, Benito Gallardo, profesor del IES Picasso de Chiclana, habla de expectación a la hora de saber "cómo se va a articular la ley" y sobre todo "qué clase de formación va tener el profesorado".
Benito Gallardo lleva desde 2009 introduciendo el flamenco en el aula, siempre, como ocurre con otros compañeros, de manera particular. Para él, la creación de una ley sobre el flamenco "es una buena noticia, pues sinceramente, cuando empezamos todo se veía como una quimera".
No obstante, "ahora habrá que ver cómo se va a implantar porque mi experiencia como profesor de música es que con la nueva ley educativa (Lomloe), la música se ha relegado y en Educación Secundaria, por ejemplo, ya sólo se da música en primero y como optativa en 2º de ESO. Evidentemente, el flamenco cabe en cualquier asignatura, por eso digo que habrá que esperar, porque lo que está claro es que la formación del profesorado para llevar a cabo su inclusión es importante, ya no sólo para los que estamos dentro del sistema educativo sino también para los que vienen, los que están estudiando en las universidades".
Uno de los docentes pioneros en Andalucía en la introducción del flamenco en la escuela es Miguel López. Ya jubilado, pero muy atento siempre a todo lo concerniente al arte jondo y las aulas, el docente malagueño es consciente de que el proyecto de ley "no recoge nada nuevo".
En el articulado "se habla de un plan de formación del profesorado pero habla de que se podrán incorporar en los planes de formación del profesorado actividades de formación en flamenco, con un matiz, dice tanto en inicial como permanente. Pero la formación inicial del profesorado son las facultades y no creo que se refieran a la carrera de maestros, si no harían una mención más específica, más concreta para incluir las enseñanzas del conocimiento y didácticas del flamenco en la Facultad de Magisterio y a las demás de Ciencias de la Educación. De eso no hay absolutamente nada".
Para López Castro, "es una barbaridad que se planifique y se hable de todo esto de incluir el flamenco en el sistema educativo y que los maestros y las maestras se sigan formando en la facultad sin tener ningún contacto ni ninguna asignatura, aunque sea cuatrimestral, que les inicie tanto en el conocimiento del flamenco como en la didácticas de flamenco". En su opinión, el futuro pasa por la creación de "un proyecto coherente y fijo para todas las provincias".
En el primer Congreso Internacional de Flamenco celebrado en Granada hace unos meses "expusimos propuestas de mejora a la ley, pero no se han recogido, al igual que la realización de proyectos novedosos con otras entidades, orientados a la inclusión del flamenco, algo que tampoco aparece en la nueva ley".
Alexandra Hoffer, directora artística de la Fundación Cristina Heeren de arte flamenco, ha calificado la noticia como "fantástica", y ha señalado que "se está haciendo justicia con el arte de Andalucía", un arte que "tiene adeptos en todo el mundo".
La directora artística ha celebrado la inclusión del flamenco en la enseñanza andaluza ya que "falta conocimiento entre los jóvenes" de este arte. También ha señalado que su incorporación en todos los niveles educativos puede "retroalimentar" a fundaciones como la que dirige: "Para nosotros es bueno porque queremos difundir el arte flamenco", ha dicho.
De la misma opinión es Blanca Parejo, directora de la Fundación Alalá, que cuenta con una escuela de arte flamenco para menores en el Polígono Sur de Sevilla, ha reconocido que esta noticia "beneficia a Andalucía" y va a servir para "reforzar" las asociaciones y fundaciones como la que dirige.
Ha subrayado que el flamenco es "un legado que hay que enseñar", y que su inclusión en todos los niveles educativos puede permitir que "niños que quieran dedicarse profesionalmente al flamenco puedan hacerlo".
Parejo ha considerado que en la enseñanza pública "el flamenco no puede quedarse atrás" y que "como andaluces y españoles, no le hemos dado la importancia que tiene". La fundación Alalá cuenta con una escuela de flamenco a la que asisten más de 200 menores del Polígono Sur (Sevilla) y del Barrio Estancia Barrera (Jerez).
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