Consejos para llevar pestañas postizas sin que se note

Con la llegada de las celebraciones, cenas y eventos de fin de año, son muchos los interesados en buscar un toque extra con el que activar su atractivo, especialmente, realzando su mirada. Las pestañas postizas se han convertido, en este sentido, en un complemento habitual, tanto para quienes persiguen un acabado natural como para todas aquellas que quieren un look más sofisticado. Sin embargo, lograr que pasen desapercibidas tiene su dificultad, puede ser un auténtico arte, se debe dominar la elección, la colocación y el retiro de este complemento estético.

Antes de lanzarse, conviene recordar que cada par de pestañas es distinto y no todas se adaptan igual al ojo. En estas fechas, en las que solemos arreglarnos más, es habitual recurrir tanto a pestañas artificiales como a extensiones de pestañas, pero las primeras siguen siendo la opción más accesible, económica y versátil. Es importante, en cualquier caso, fijarse bien en su diseño, grosor y flexibilidad. Además, familiarizarse con el proceso facilita que las pestañas postizas se integren de manera natural con nuestra línea estética real.

Cómo elegir las pestañas postizas adecuadas

Como cabe esperar, la elección determina el resultado. Quien tiene poca experiencia suele sentirse más cómoda con modelos ligeros, de banda fina y fibras suaves, porque se manejan mejor y se camuflan con facilidad.

Para un acabado discreto, conviene optar por pestañas con largos irregulares, que imitan el crecimiento natural del vello. En cambio, quienes ya dominan la técnica pueden apostar por modelos más densos o con efecto lifting, que permiten potenciar la mirada sin que resulten artificiales. Precisamente, para los más profesionales, las pestañas postizas individuales permiten colocar más discretamente cada extensión y conseguir el efecto más natural.

También merece la pena valorar el material. Las fibras sintéticas actuales han mejorado mucho en flexibilidad, pero si se desea un efecto casi imperceptible, las de seda o visón sintético aportan movimiento y ligereza. Lo importante es que el diseño acompañe la forma del ojo y no lo sobrecargue.

Cómo poner las pestañas postizas sin que se note

El proceso de colocación es donde la mayoría encuentra dificultades, especialmente al manejar el pegamento para pestañas postizas. La clave está en aplicar una fina línea en la banda y esperar unos segundos hasta que esté ligeramente pegajoso. Después, se coloca la pestaña lo más cerca posible de la raíz natural y se presiona suavemente desde el centro hacia los extremos. Esto evita que se levanten las puntas integrándolas.

Hoy en día también existen alternativas como las pestañas magnéticas, que resultan prácticas para quienes no quieren lidiar con adhesivos. Sea cual sea el método, conviene unir las fibras con las pestañas naturales con ayuda de un rizador o con un toque de máscara (muy ligero) para que ambas se mezclen y no se distinga dónde empieza una y termina la otra.

Cómo retirar las pestañas postizas sin dañar los ojos

Tan importante como colocarlas bien es retirarlas de forma correcta. Tirar de ellas sin más puede romper las fibras naturales e irritar el párpado. Lo ideal es humedecer la línea con un desmaquillante bifásico o con agua templada y algodón. Esto ayuda a ablandar el adhesivo y permitirá que la pestaña salga sin resistencia. Después, basta con limpiar la banda con cuidado si se desea reutilizarlas.

Por último, nunca hay que olvidar la higiene, esto implica lavar los párpados y peinar las pestañas naturales para mantener la zona sana, especialmente si se alterna el uso de pestañas artificiales con extensiones de pestañas.