La búsqueda eterna del PSOE en Cádiz

En el PSOE llevan años tratando de encontrar a una persona que sea capaz de ilusionar, en primer lugar, a los propios socialistas y, en segundo, a la población con el objetivo de recuperar una Alcaldía de la que fueron sacados por los votos y ayudados por las propias decisiones internas en el año 1995.

Generaciones de gaditanos han visto que uno de los dos pilares del bipartidismo ni siquiera se ha acercado a tener posibilidades de llegar a la Alcaldía. Desde el citado año 1995, sólo ha conseguido el máximo de ocho concejales en dos comicios que quedan muy lejos en el tiempo, en 2003 y 2007 con Rafael Román.

El PSOE ha ganado elecciones autonómicas y estatales en la ciudad de Cádiz, pero cuando ha llegado el momento de las municipales, los gaditanos de manera mayoritaria han depositado la papeleta de otros partidos.

Lo triste para los socialistas es que cuando llegó el momento de la caída de Teófila Martínez tras 20 años incontestables, le adelantó la ola del 15-M con Kichi a la cabeza en la capital gaditana.

Sin embargo, en ese momento sí tuvo la posibilidad de tener una influencia enorme en el destino de los gaditanos, ya que pese a que sólo había obtenido cinco ediles, tuvo en su poder si Teófila Martínez seguía al frente de la ciudad o se le daba la oportunidad a Kichi. Eligió lo segundo pero se quedó ahí, ya que Fran González no quiso entrar en un gobierno de coalición y prefirió estar en la oposición, donde en muchas ocasiones fue acusado por el equipo de Gobierno de aliarse con el PP y Cs.

Desde que accedió Fran González a la secretaría local del partido al ganar a la que fuera candidata Marta Meléndez, al actual rector de la UCA, Francisco Piniella, y al líder orgánico de los socialistas de la capital ahora mismo, José Ramón Ortega, ha habido una oposición oculta dentro del PSOE que ha tenido en muchas ocasiones más ruido que poder real. Ocurrió cuando convencieron a Blanca Flores para que encabezara un proyecto alternativo al de Fran González, y ahora es Rosa de la Flor la que trata de llevar la bandera de la vía crítica al oficialismo, pese a que éste esté ahora en manos del citado Ortega.

Rosa de la Flor reúne a los descontentos de muy distinto pelaje pero todos con un objetivo común, tratar de descabalgar del poder a los actuales inquilinos de Gaspar del Pino.

En la otra vía ha fracasado el intento con el subdelegado del Gobierno, José Pacheco, que había sido la elección para poner su cara al cartel del PSOE en las próximas elecciones autonómicas.

Salvo que haya una sorpresa, el actual portavoz municipal Óscar Torres es el que se presenta mejor colocado para ejercer ese papel. Sin embargo, la irrupción del proyecto de Rosa de la Flor le obligará a ir a un proceso de primarias como paso previo a la candidatura oficial a la Alcaldía en 2023.

Con un Kichi que está contando los días para llegar a mayo de 2023 e irse a su casa tras ocho años intensos en la Alcaldía, la ola electoral indica que puede ser el momento del Partido Popular. Sin embargo, todo lo que no sea obtener la mayoría absoluta, le añade dosis de incertidumbre al acceso a la Alcaldía.

Y ahí es donde el PSOE cree que puede tener una oportunidad pero todo debería pasar por ser el primero en la izquierda, algo que a día de hoy ofrece muchas dudas.

El modelo de Juanma Moreno lo recuerda todo el mundo. Un hombre que tenía todas las de perder, de pronto consigue que le salgan los números y empieza a gobernar y hoy es uno de los líderes más sólidos de su partido a nivel nacional. El problema es que, a veces, las comparaciones son odiosas.