Salir al cine

Regresar al lugar del crimen

  • Llega a Disney+ un remake de 'El estrangulador de Boston' que sigue la estela del 'true crime' en la era Fincher poniendo el foco en la perspectiva de género y el protagonismo femenino

Si el remake ha sido siempre una práctica habitual en Hollywood, los tiempos obligan ahora a rehacer los clásicos bajo la perspectiva de la corrección política y estéticas a la moda que no implican necesariamente un paso adelante. En el caso de esta nueva versión de El estrangulador de Boston escrita y dirigida por Matt Ruskin y estrenada la semana pasada en Disney+, nos encontramos con una clara operación de cambio de perspectiva que apuesta por el protagonismo femenino (real, sus dos mujeres periodistas existieron) y la denuncia de la violencia de género dentro del esquema del true crime, donde en el filme de 1968 dirigido por Richard Fleisher primaban las claves del policial y el retrato del por entonces novedoso psycho-killer (interpretado por un transfigurado Tony Curtis) con el añadido del uso de la pantalla partida donde ahora todo el barniz fotográfico de tonos verdes e iluminación en penumbra siguiendo la estela de David Fincher que va de Zodiac a Manhunter y sus muchas imitaciones. 

Ruskin dirige el relato desde los ojos empoderados de una Keira Knigthley decidida a salir de su gueto periodístico de andar por casa, también de un hogar y una familia convencionales, a partir de la investigación de una serie de crímenes rituales donde las mujeres son siempre las víctimas. El filme redobla así su lectura de género y asume el discurso de los tiempos sin renunciar a las dinámicas del thriller de investigación criminal y periodística, tampoco a ese pesimismo marca de la casa Fincher donde el papel y los métodos de la policía o la prensa dejan siempre mucho que desear y donde toda resolución conclusiva queda abierta a la inevitabilidad de la repetición de los ciclos sistémicos de la violencia patriarcal. Con su relectura en clave femenina en primer plano, este nuevo Boston Strangler funciona con sobriedad y eficacia narrativa en sus propósitos y, aunque denota su querencia hacia cierta estética serial, consigue ampliamente sus objetivos de actualización de un formato que sigue siendo muy atractivo para las nuevas audiencias abonadas.

Cuando Kiko Veneno se echó su cantecito

Presentado en el pasado SEFF, Un día Lobo López narra la historia de cómo se hizo uno de los mejores álbumes del pop español, aquel Échate un cantecito alumbrado por Kiko Veneno y sus cómplices (Pájaro, Ortega, Raimundo, Auserón) entre la Sevilla del 92 y el estudio londinense que dio forma, en las manos del productor Joe Dworniak, al sonido perfecto que catapultaría por fin al catalán-sevillano a la cima de una carrera que hasta entonces se resistía al éxito a pesar de la calidad y la vanguardia contrastadas.

Alejandro G. Salgado (Lole y Manuel) aparca la nostalgia y la hagiografía para moldear el archivo analógico al ritmo preciso de gestación de aquellas memorables canciones, pero sobre todo filma la música como todos los buenos rockumentales deberían hacerlo, atento a su sonoridad, sus procesos, su materia y su respiración.

La pantalla partida funciona como las pistas que aíslan a cada instrumento y el montaje como esa mesa de mezclas que los ensambla, encabalga, repite y recupera en el trabajo previo a la maravilla. Y un plus: el humor, la gracia natural y el quitarse importancia de los artífices de una obra cumbre e irrepetible de la música popular en español. Un día Lobo López arranca ahora su andadura comercial por salas selectas acompañado por el director y el propio Veneno. No se la pierdan.

Lars Von Trier y Simone Veil en los ciclos del Cicus

 Prosigue en Cicus el ciclo dedicado al cineasta danés Lars Von Trier. El próximo lunes 26 (19h.) es el turno de Manderlay (2005), una cinta que prolongaba los hallazgos escenográficos desnudos de Dogville para seguir indagando en las vergüenzas de la nación norteamericana y su sustrato violento y racista. Bryce Dallas Howard y Willem Dafoe encarnan a una familia mafiosa que, en busca de un lugar en el que establecerse, acaba topando con el último pueblo sureño donde todavía existe la esclavitud.

Marzo también ha sido el mes de la mujer en Cicus, y el ciclo se cierra el jueves 30 con la proyección (19h.) de Simone, la mujer del siglo, de Olivier Dahan, retrato íntimo y épico de la superviviente del Holocausto, pensadora, abogada y política francesa Simone Veil (1927-2017), una mujer que revolucionó una época defendiendo un mensaje humanista, feminista y europeísta que pervive hasta hoy.

El estreno de la semana: ‘Matria’

Presentada en la Berlinale y premiada la semana pasada en Málaga con la Biznaga a la mejor interpretación femenina para María Vázquez, ‘Matria’ supone el debut en el largometraje del gallego Álvaro Gago, que prolonga la historia de su corto homónimo para adentrarse en la vida de una mujer en la cuarentena que subsiste entre empleos precarios y dificultades familiares. Un retrato sobre la resiliencia, la condición de clase y la esperanza en la estirpe de los Dardenne.

Trailer Matria