Cumplido un enorme desafío

El deportista sanluqueño Eduardo Rangel, al frente de la Fundación Donando Vidas, ha culminado un desafío sin precedentes: enfrentarse a 12 pruebas extremas a lo largo del año, a razón de una cada mes, para promover la donación de órganos entre 100.000 personas en un país que registra una media de expedición de 5.000 tarjetas de donantes anuales.

Rangel terminó hace pocos días el último de sus retos, una ultramaratón Costa de Almería con más de 90 kilómetros de carrera a pie a través de los parajes del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. "Estoy muy orgulloso pero a la vez más comprometido que nunca con una causa, en la que creo profundamente, y una responsabilidad, que es dar alguna esperanza a tanta gente que espera un órgano", señala el triatleta.

Rangel ha viajado en 2015 de Lanzarote a Eidjford (Noruega); de Sevilla a Valencia, pasando por Cádiz, Sevilla o Marina D'Or, y así hasta una docena de localizaciones. Ha completado miles de kilómetros de desplazamientos y también miles de kilómetros en carrera. Ha participado en el Medio Maratón Vila de Santa Pola, el Ironman de Lanzarote (triatlón de larga distancia), el Maratón de Sevilla, The North Face Transgrancanaria (ultratrail), el Oceanman Altea (travesía a nado), el Norseman Extreme Triathlon (triatlón extremo en Noruega), el Pure Triatlón Marina D'Or (triatlón de larga distancia), la 15K Nocturna de Valencia (carrera popular), el Titán Sierra de Cádiz (triatlón de larga distancia), el Desafío Doñana (triatlón de larga distancia), el Doñana Trail (ultratrail) y el ultramaratón Costa de Almería, con el que dio por concluido el desafío.

A través de las herramientas de difusión de Donando Vidas y de la propia organización de cada una de las pruebas, Eduardo Rangel y su equipo han logrado que el mensaje a favor de la donación de órganos llegue a más de 100.000 deportistas inscritos en todas esas pruebas deportivas, tanto en charlas como en medios de comunicación, cartas, folletos incluidos en las bolsas de corredor, expositores y redes sociales.

"Estoy muy contento con cada una de las pruebas que he realizado y con haber llegado a la meta en todas ellas, en unas en mejores condiciones físicas y en otras tirando más de corazón que de piernas, pero siempre soñando con llevar este mensaje a la mayor cantidad de gente posible. La acogida de la comunidad deportiva me ha emocionado en muchas ocasiones y demuestra lo lejos que se puede llegar a través del deporte", subraya el deportista.

El proyecto Fundación Donando Vidas tiene su origen en una experiencia personal de Eduardo Rangel, que en el año 2012 perdió a su madre mientras esta esperaba un trasplante que no llegó a tiempo. La experiencia marcó con profundidad al sanluqueño, que desde entonces promueve retos deportivos para sensibilizar a la población sobre la importancia crucial de hacerse donante de órganos.