Guti, el nuevo caso Riquelme

Guti se ha convertido en el nuevo Riquelme del chileno Manuel Pellegrini, que como entrenador del Real Madrid afronta con el madrileño un litigio similar al que ganó en Villarreal al talentoso y conflictivo jugador argentino. A sus 33 años, no parece que Guti vaya a cambiar, sino más bien al contrario. Lejos de suavizar sus formas y rebajar el carácter polémico que lo acompañó durante toda su carrera, el centrocampista radicalizó su imagen al hablar en una entrevista publicada ayer por La Gaceta de los Negocios de su gusto por la noche o sus relaciones "complicadas" con Pellegrini, además de enviar dardos a sus mandatarios.

"Soy un tipo que no para de día y no para de noche. Me gusta mucho disfrutar de la noche con mis amigos. Sinceramente, no me veo con 60 años en una discoteca hasta las seis de la mañana, me veo ahora", afirmó.

Las declaraciones llegan en un momento extremadamente complicado para el futbolista, apartado del equipo durante los cuatro últimos partidos tras conocerse su enfrentamiento con Pellegrini en el descanso del encuentro de ida de la Copa del Rey ante el Alcorcón, finalizado con derrota blanca por 4-0.

Según publicó la prensa, Guti insultó gravemente al chileno y éste lo quitó del equipo inmediatamente para no volver a contar con él hasta la fecha.

A partir de ahí, todo fue confusión. Primero Guti dijo que se llevaba "de escándalo" con su entrenador. Luego éste negó que hubiera enfrentamiento y aseguró que el jugador volvería pronto a una convocatoria. Pero Pellegrini declaró esta misma semana que "Guti volverá cuando él quiera", insinuando que su comportamiento no está siendo el mejor. Además, tampoco es un secreto que Guti ha llegado tarde a varios entrenamientos esta temporada. Por ello, sus palabras sobre sus gustos nocturnos tampoco ayudan.

El caso recuerda al que vivió Pellegrini en el Villarreal, cuando tuvo un claro enfrentamiento con Riquelme. El argentino era el ídolo de la hinchada amarilla y de pronto desapareció del equipo. Tanto el club como el entrenador manejaron silenciosamente el conflicto y el Villarreal ofreció todo el respaldo a su técnico en sus decisiones. Así, Riquelme terminó saliendo del club en 2006.