Era de esperar. Todas las miradas de los más de trece mil espectadores que ayer acudieron a El Molinón se dirigieron al mismo punto a eso de las seis y veinte de la tarde. Llegaba al palco el 'Brujo', llegaba Quini, que hace unos días había sido sometido a una intervención quirúrgica en la garganta para extirparle dos tumores.

Lo había anunciado durante la semana y allí estuvo, sentado en el palco. La afición sportinguista rugió nada más verlo llegar y una pancarta apareció en uno de los fondos en la que se podía leer: "El Molinón corona a su Rey".

Los aplausos y la ovación se prolongó por minutos y la afición se puso en pie para recibir al ex internacional. Mientras, en los videomarcadores se ofrecían imágenes con los mejores goles del delantero en el Sporting y otras de la rueda de prensa que ofreció tras salir del hospital.

Además, los dos equipos saltaron al terreno de juego ataviados con una camiseta blanca en la que se podía leer: "Ahora, Quini, ahora", un lema que la pasada semana los rojiblancos también lucieron en el encuentro que el Sporting de Gijón disputó ante el Elche en el Martínez Valero.

Fue pues el homenaje de la afición rojiblanca y el detalle del partido, la presencia de Quini, quien se levantó y aplaudió, pese a estar en el palco, cada uno de los goles de su equipo.

Como cada semana lejos de Chapín, la afición xerecista quiso arropar al equipo, aunque esta vez y teniendo en cuenta que el partido lo emitía en directo la televisión, el desplazamiento fue menor. Pese a todo, algunos valientes aficionados azulinos también viajaron hasta Asturias para presenciar en directo el partido e incluso se acercaron hasta el hotel de concentración del equipo para dar ánimos a Esteban Vigo y a los jugadores.

Por cierto, que los futbolistas azulinos lucieron en la tarde de ayer brazaletes negros en señal de respeto por el fallecimiento de un familiar del delegado de campo, José García Pacheco 'Queco', quien ayer no estuvo con el equipo.