El Sevilla remacha la clasificación

El Sevilla, vigente campeón de la Liga Europa, cerró su pase a los cuartos en la primera parte con un contundente 3-0 que contrarrestó el empate sin goles de la ida en el campo del Basilea. Así, los hispalenses celebraron a lo grande su partido 150 en competiciones europeas, de los que ganó ochenta y ya suma diecisiete victorias seguidas entre todas las competiciones en su inexpugnable Sánchez-Pizjuán.

Sorprendió que el técnico visitante, Urs Fischer, no sacara desde el inicio a uno de sus referentes en ataque como es Embolo, que no pudo jugar la ida por sanción, aunque quizá prefirió disponer de un equipo algo mas defensivo. Con ello, el guión del partido fue el previsto, con el cuadro local dominador y un rival a verlas venir para aprovecharse en alguna contra. Pronto el meta checo Vaclik vio cómo se acercaban y Gameiro, a los cinco minutos, tuvo la primera ocasión a la que siguieron otras de Banega, Reyes y un remate de Krohn-Dehli. El Basilea confió en no perder la compostura con el discurrir del encuentro, pues el 0-0 siempre le daba opciones en la eliminatoria y eso propició que en algunas fases el Sevilla pecara de precipitación en su ansias de abrir el marcador.

Un sinfín de saques de esquina se sucedieron en la primera parte sin demasiada fortuna para la escuadra de Unai Emery hasta que, a los 35 minutos, el central Rami culminó uno con un complicado cabezazo casi en plancha y el balón entró en la portería tras dar en la cepa del poste.

No se hizo esperar la respuesta helvética, pues a los pocos minutos el joven canterano David Soria evitó con una gran parada el empate tras cabezazo de Steffen. Esa acción, no obstante, fue una jugada aislada ante la portería local, pues el Sevilla no sufrió más. No sólo por los nulos acercamientos del rival, sino porque se fue al descanso con otros dos tantos, ambos de Gameiro. El primero tras una gran jugada de Reyes y el segundo tras un doble remate del galo, quien sumó su vigésimo primer tanto en lo que va de esta campaña entre todas las competiciones y se reivindicó ante su seleccionador, Didier Deschamps, quien no lo convocó para los próximos amistosos. El castigo fue grande para el Basilea, que entregó ya el duelo. Los de Emery bajaron el ritmo de su presión y se dejaron por momentos dominar por el rival para no desgastarse más físicamente, ya que la eliminatoria estaba sentenciada.