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Toni Nadal: "Aunque Rafa no gane más grandes, su carrera habrá sido brillante"

Toni Nadal, junto a su sobrino.

Toni Nadal, junto a su sobrino. / Sergio Barrenechea / efe

Toni Nadal vivirá hoy un día especial. Posiblemente se siente en el banquillo de Philippe Chatrier por última vez y tal vez vea a su sobrino Rafa Nadal levantar su décimo título parisino.

Con tono grave pero pausado, como acostumbra, el entrenador de 56 años analiza el paso de su pupilo por Roland Garros y le resta trascendencia al resultado.

"Cuando se acabe la historia de Rafael aquí sería increíble que sumara diez títulos, pero si tiene nueve también será recordado probablemente como el mejor de la historia sobre tierra batida", señala en la zona de jugadores de Roland Garros.

Tío y entrenador del ex número uno desde que era un niño, Toni Nadal dejará de viajar la próxima temporada y se dedicará al día a día de la academia que abrió la familia en Manacor.

Por ahora no dejan de preguntarle por el hito de la décima conquista en París, pero Toni Nadal prefiere evitar cargar la presión a su sobrino. "Yo no pienso así. Mucha gente habla de la décima y... Es verdad que es un número que puede parecer especial, pero la realidad es que del nueve al diez sólo hay un 11% de diferencia", analiza.

Estos discursos que trata de restar trascendencia a los números y a las cifras son constantes entre los grandes. La cuestión entre los deportistas de élite consiste en seguir hasta que el cuerpo o la cabeza aguanten. "Cuando ganó la primera vez sí que había diferencia, porque pasamos de cero a uno. Ahora es diferente. Es la visión que tengo, es la reflexión que hago. Yo estaría más nervioso si tuviera 31 años y no hubiera ganado nunca, porque entonces ahí sí que se me agotan las posibilidades. Ganar el décimo título de Roland Garros no le va a cambiar la vida, no cambia. Hablamos del diez, sí, el diez. Pero en Montecarlo y en Barcelona ganó el diez y ya es pasado".

En el caso de Nadal, la celebración pasaría no solamente por su décima sino por ganar su decimoquinto Grand Slam y el primero en tres años. "Esto sí que es diferente. Evidentemente para nosotros jugar la final es especial. Rafael jugó la final en Australia y la perdió, se quedó a un paso de su decimoquinto grande. Sabemos que desde el 2014 no ha ganado, pero tampoco le doy más vueltas de las que creo que toca. Cuando no ganas es porque no te lo mereces. Y normalmente siempre llega un momento en el que dejas de ganar", relata el entrenador, que ofrece un mensaje tranquilizador a su alumno. "Yo creo que todavía no le ha llegado el final a Rafael, pero si no gana ningún grande más creo que su carrera dentro del tenis habrá sido muy brillante", afirmó.

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