El Xerez DFC Toyota Nimauto cayó en el derbi provincial frente al Cádiz CF Virgili. Los azulinos se vieron superados por un rival que imprimió más ritmo e intensidad al choque para terminar llevándose los tres puntos. Al final del encuentro se llegaba con el resultado de 4-2, donde durante los 40 minutos hubo que destacar la deportividad mostrada por ambos equipos antes y durante el transcurso de los minutos.

Los amarillos le tienen tomada la medida a los xerecistas esta temporada. También vencieron en la ida y en la final de la Copa Cádiz.

El equipo amarillo comenzaba muy enchufado en ataque y en el primer minuto de partido, Jorge Arriaza batía por bajo a Manuel, para hacer el 1-0. El Xerez necesitó de varios minutos para meterse en el partido, pero cuando lo hizo fue para empatar. Partida igualaba el encuentro a los 5 minutos de juego.

Pese al gol, los de Juan Carlos Gálvez no terminaban de sentirse cómodos y los cadistas aprovechaban la desprotegida espalda de la defensa para hacer daño. Antes del segundo gol local, Moi pudo adelantar a los xerecistas, pero la madera evitaba el 1-2. El que sí lograba adelantarse de nuevo era el Cádiz CF Virgili que, de manera sorprendente, anotaba por mediación de su guardameta de portería a portería. El gol hizo mucho daño a un Xerez que veía cómo Joselito ampliaba distancias antes del descanso. Aun así, los azulinos volvían a meterse en el partido con un gol de Germán cuando la primera parte agonizaba. Con el 3-2 se marchaban ambos equipos a los vestuarios.

En la segunda parte el equipo de Juan Carlos Gálvez salió llevando la iniciativa y atosigando el área cadista, pero en una jugada desafortunada, Víctor Santiago golpeaba y con la colaboración involuntaria de Juanlu, el balón se colaba en el interior de su portería a los 24 minutos. Era el 4-2.

Ya en los minutos finales, el Xerez lo intentó con más corazón que cabeza. Mota evitaba con varias intervenciones de mérito que el marcador se acortase, aunque el portero a punto estuvo de hacer el segundo en su cuenta particular, pero el palo lo evitaba.