Un líder que hace soñar
Imparable Nueva victoria para un Deportivo que continúa primero y que vuelve a ser una apisonadora ante un rival aceptable Susto inicial Los ilicitanos se adelantaron pero los azulinos remontaron pronto
Un líder sólido. El Xerez defendía por primera vez la cabeza de la tabla ante el Elche y solventó la prueba con una nota alta, en la línea que viene demostrado en sus encuentros de Chapín. 3-1 y después de comenzar perdiendo.
Este Deportivo gana, convence y concede a los aficionados licencia para soñar, aunque esta hinchada está ya tan acostumbrada a sufrir que ya nadie quiere ir más allá de la famosa frase del partido a partido. Sin embargo, las sensaciones que transmiten los pupilos de Esteban Vigo sobre el campo, la confianza con la que juegan, lo bien que se conocen y lo que trabajan cuando llega el momento invitan a cualquier cosa. Ni el Xerez de Schuster ni el Xerez de Lucas Alcaraz, salvando las distancias y sin restar méritos a lo logrado por aquellos técnicos, invitaban a tanto. Es más, este equipo demuestra una solvencia tan impresionante que parece no tener límites con dos bandas que son dos puñales y que en estos momentos ya los quisieran para sí más de un conjunto de Primera.
El Xerez crece jornada a jornada y ayer lo volvió a demostrar. En menos de lo que canta un gallo, fue capaz de doblegar a un rival que se puso por delante en el marcador pero que acusó en exceso las bajas de Samuel y Acciari. El central, muy rápido y más técnico que Amaya, es clave para Claudio cuando juega con su defensa tan adelantada y al centrocampista nadie lo va a descubrir a estas alturas en esta categoría.
El encuentro arrancó con un buen ritmo y de forma totalmente inesperada para los azulinos, que a los dos minutos de juego ya perdían 0-1 por un bonito tanto anotado por David Fuster, que casi en un solo gesto se quitó de encima a Francis y Viqueira y batió de tiro cruzado a Chema.
El gol no descompuso para nada al cuadro de Esteban, que siguió realizando su mismo juego, aunque le imprimió más velocidad y toque, para intentar superar a una zaga ilicitana tan adelantada como lenta. Y tras apenas dos amagos -el primero, una buena jugada de Pedro Ríos en la que no acertó a levantar la cabeza y el segundo, un tiro de Bermejo que dio en un defensa- llegó la igualada antes de la media hora de partido y el 2-1 antes del final del primer tiempo.
Mario Bermejo, siempre muy bien colocado y con la caña preparada, remachó un bonito centro de Momo tras un saque de banda rápido de Mendoza, al que ayudó de forma notable un recogepelotas. Empate a uno. Luego, una jugada en la que Caballero pecó de ingenuo y Bermejo fue muy listo, provocó un penalti del meta argentino también sobre el ariete cántabro que convirtió Pedro Ríos en el minuto 41.
El 2-1 reflejaba lo realizado por uno y otro equipo en el campo porque si bien el Elche arrancó bien y controló a los azulinos con su presión y su buen posicionamiento sobre el terreno de juego, el Xerez no tardó en superar a su rival, con un Pedro Ríos que siempre pudo con Raúl Fuster, al que Claudio mandó a la ducha antes de cuenta para que no fuera expulsado, y con un Bermejo en estado de gracia, que lo mismo ataca que defiende y que encima hace goles.
Precisamente Bermejo tuvo en sus botas un nuevo tanto a los pocos segundos de comenzar el segundo tiempo, pero esta vez pecó de individualista y el tiro se le marchó alto, cuando Momo entraba solo y lo tenía mucho más fácil para sentenciar.
Pero la sentencia sólo era cuestión de tiempo y el 3-1 no tardó en llegar, esta vez gracias a una bonita contra que condujo Pedro Ríos y que culminó Antoñito tras pasar la pelota por Momo. El delantero sevillano resolvió de forma perfecta porque era complicado superar a Caballero tal y como le llegó la pelota. Se fue a celebrarlo a Fondo Sur señalándose a lo Raúl el número 8 y, como cada jornada, Chapín fue un clamor.
Tras el 3-1, el partido ya no tuvo color o mejor dicho, sólo tuvo un color, el azulino. Consciente de ello, Esteban optó por dar mayor consistencia a la medular y para complicar la vida un poco más a un rival ya entregado a su suerte y que comenzó a pagar el esfuerzo realizado. Antoñito y Momo se marcharon para que Bergantiños y Carlos Calvo tuvieran minutos. Sarmiento también volvió a salir.
La fiesta, lógicamente, en la grada fue total y totalmente tranquila con el marcador, se dedicó a 'piropear' a un Dani al que debieron darle más de un problema los oídos porque precisamente guapo no le dijeron.
Al final, Chema dejó las cosas en su sitio con una gran parada, evitando que el resultado final hubiese sido 3-2. El meta azulino se lució para desviar el tiro de un Fernando Niño por el que no pasan los años, aunque ha perdido rapidez.
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